VOX ha llenado el estadio de Vistalegre de Madrid de simpatizantes y banderas con el foco puesto en las próximas elecciones, en las que confía en tener representación parlamentaria para superar el "ruinoso" Estado de las autonomías y convertirlo en un estado unitario.

Unas 10.000 personas dentro, otras 3.000 que se han quedado fuera al completarse el aforo y 100.000 conectadas en red, según la organización, han secundado el llamamiento de VOX a participar en este acto en el que, bajo el lema 'La España viva', la formación ha presentado una batería de 100 medidas.

Algunas de ellas "arriesgadas", según ha admitido José Antonio Ortega Lara, uno de los fundadores de VOX, pero "necesarias para sacar a España del marasmo" en el que la han metido los partidos políticos.

La suspensión de la autonomía catalana, un gobierno y un solo parlamento para toda España, devolución inmediata de las competencias de educación, sanidad, seguridad y justicia, derogación inmediata de la Ley de Memoria Histórica y devolución de los inmigrantes ilegales a sus países de origen son algunas de esas medidas.

Pero también otras propuestas como la derogación de la ley de violencia de género para sustituirla por una de violencia intrafamiliar, establecer el español como lengua vehicular en la enseñanza, un plan hidrológico nacional, la ilegalización de partidos y asociaciones "que persigan la destrucción" de la integridad territorial o cadena perpetua para todos los terroristas.

Además, Vox defiende el rechazo a cualquier sentencia judicial que venga de un tribunal extranjero, una medida que ha suscitado gritos de "Puigdemont a prisión" por parte de los asistentes. "La España viva ha despertado gracias a Dios". De esta manera ha comenzado su intervención el presidente de VOX, Santiago Abascal, quien ha sido recibido con un fuerte aplauso por parte de los asistentes que ondeaban banderas de España.

En su intervención, Abascal ha arremetido contra los independentistas, citando en varias ocasiones a Carles Puigdemont y Quim Torra -cuya mención ha despertado abucheos por parte del público-, así como contra los comunistas y la izquierda que gobiernan el país, la "derechita cobarde que cambia de opinión" y la "ambiguedad de los naranjas veleta".