Mientras estamos ante las últimas horas de Carlos Fabra en la prisión de Aranjuez, vamos conociendo detalles de cómo será su nuevo régimen de vida. No se trasladará a Castellón, se quedará residiendo en Madrid.

El tercer grado que le ha concedido la jueza María del Prado Torrecilla le obliga a pasar las noches de lunes a jueves en un Centro de Inserción Social que todavía no le han adjudicado.

Los fines de semana los tendrá libres y el político valenciano prefiere quedarse en Madrid acompañado de sus hijos y nietos hasta que le otorguen la libertad condicional vigilada con una pulsera telemática. Será entonces cuando se planeé volver a Castellón.

Carlos Fabra disfrutará de ese régimen de semilibertad en Madrid, como ya hizo este fin de semana, durante el cual se dio un homenaje en uno de los restaurantes más prestigiosos de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, en compañía de su familia.

Aunque sus expectativas se podrían truncar si la Audiencia Provincial de Castellón acepta el recurso interpuesto por la fiscalía, contraria al tercer grado otorgado, lo que le haría volver a la cárcel madrileña.