La marcha de Iván Espinosa de los Monteros de Vox ha supuesto un terremoto en la formación. La persona que le seguía en la candidatura por Madrid, Juan Luis Steegmann, renunció también a su escaño, haciendo que se mueva una nueva posición en esta lista.

Si nos fijamos en el número siete de la lista de la ultraderecha en Madrid, vemos a una vieja conocida del Congreso de los Diputados que, en principio, se iba a quedar sin asiento. Ahora, la situación cambia. Y es que Carla Toscano de Balbín podrá ser de nuevo diputada.

Toscano fue noticia el pasado mes de noviembre cuando lanzó un ataque machista a la ministra de Igualdad, Irene Montero, de quien aseguró que su único mérito era "haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias".

La respuesta de la Cámara fue una clara reprobación a la diputada de Vox, con Montero acusándola de ejercer "violencia política" y pidiendo que sus palabras fuesen retiradas del diario de sesiones: "Para que, después de mí, no venga ninguna". "Las feministas y las demócratas somos más. Les vamos a parar los pies a esta panda de fascistas con más derechos", dijo Montero.

Contraria al aborto, a la eutanasia, a las políticas de igualdad y ultracatólica, Toscano fue designada como portavoz de la ultraderecha en la Comisión de seguimiento y evaluación de los Acuerdos del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género.

Otra de sus frases controvertidas fue la siguiente: "Señor Simancas, ¿me está mirando? Señor Guijarro, ¿me está mirando? Es que a lo mejor no me gusta cómo me miran. Tienen la suerte de que soy una mujer sensata, una diputada de Vox y por eso no voy a hacer nada, pero si yo fuese otro tipo de mujer, por esa mirada les podría denunciar por acoso y podría denunciarles incluso por violación y habría que creerme porque soy mujer, porque yo lo valgo".

En su perfil de X (Twitter), vemos a Toscano con una camiseta que dice 'Non Feminist' y otra en la que la vemos en un minuto de silencio por una víctima de violencia machista por separado con el mensaje 'Con todas las víctimas de violencia'. Toscano se despidió del Congreso diciendo que había sido un "honor" haber podido defender "la realidad biológica", "la vida", "la familia" o la "presunción de inocencia".