Memoria democrática

Blanca Serra se convierte en la primera víctima en declarar por las torturas franquistas en Vía Laietana: "Por una vez soy yo la acusadora"

El contexto
Blanca y su hermana Eva, ya fallecida, fueron detenidas y torturadas en la Brigada Político-Social de Via Laietana, en Barcelona, en febrero de 1977.

La activista Blanca Serra, a su llegada a la Fiscalía.
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Por primera vez, la Justicia escucha a las víctimas de las torturas franquistas. La activista Blanca Serra, de 82 años, ha declarado este lunes ante la Fiscalía de Memoria Democrática de Barcelona para intentar que los tribunales investiguen y reparen los malos tratos policiales durante el franquismo y la Transición.

El de Blanca es el primero de los testimonios que serán recogidos en las próximas semanas. Ha acudido a declarar acompañada de organizaciones defensoras de las víctimas del franquismo y ha expresado que, para ella, supone una auténtica victoria: "Es una situación muy extraña, porque siempre he estado en el lado de los acusados y esta vez era la acusadora yo".

Ha podido denunciar ante el fiscal lo que ella y su hermana Eva, ya fallecida, sufrieron en la Bridada Político-Social de Via Laietana, en Barcelona, en febrero de 1977. "He hecho esta denuncia en nombre propio, pero también en el de mi hermana", ha relatado emocionada al salir de la Fiscalía.

En su caso, fueron cuatro detenciones que ahora, 48 años después, suponen un hito histórico para la restauración de la memoria de las víctimas del franquismo. "Por primera vez, se va a investigar hasta el fondo lo que ocurrió, no solo a ella y a su hermana Eva, sino todas las torturas contra una parte de la población", destaca Sonia Olivella, coordinadora del Centro para la Defensa de los Derechos Humanos Irídia.

Será complicado que estos testimonios acaben en un tribunal, ya que se consideran hechos prescritos y amnistiables, pero esta declaración abre un espacio para que salga a la luz lo vivido por otras víctimas.

"Permitirá establecer cómo ocurrieron los hechos y determinar quiénes fueron los autores. Esto supondría una reparación simbólica a las víctimas, que podrían conocer la verdad de lo ocurrido", afirma el magistrado Joaquim Bosch.

Los hechos han sido denunciados como crímenes de lesa humanidad, lo cual los consideraría imprescriptibles, y ahora será un juzgado de Instrucción quien decida si estos testimonios tienen recorrido judicial.