El Gobierno llevará de nuevo al Congreso de los Diputados la reforma del Tribunal Constitucional. Pero esta vez la iniciativa parlamentaria será una proposición de ley, y no unas enmiendas a otra propuesta. Pretende así sortear el veto del propio Constitucional, que impugnó el procedimiento parlamentario de la reforma, pero no se pronunció sobre su contenido.

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El contexto. La mayoría de las iniciativas para modificar una ley o proponer una nueva parten del Gobierno o del Congreso de los Diputados. Una iniciativa legislativa del Ejecutivo es un proyecto de ley. Cuando quien impulsa la reforma es el Congreso o el Senado se denomina proposición de ley. El grupo parlamentario socialista está negociando presentar una para desbloquear la renovación del Constitucional. El objetivo es cambiar el procedimiento para que no pueda ser impugnado ante el Tribunal.

  • Si el contenido es similar al de las enmiendas, la norma permitiría rebajar las mayorías necesarias para que el Consejo General del Poder Judicial elija a sus dos miembros. Además, el Gobierno podría incorporar a sus dos candidatos sin necesidad de que el CGPJ haga lo mismo con los suyos.

¿Por qué es importante? La proposición de ley permitiría al Gobierno aprobar su reforma y desbloquear la renovación del Tribunal Constitucional. Cuatro de sus magistrados tienen el mandato caducado.

  • La proposición de ley no requiere informes de los órganos consultivos como el Consejo de Estado u otras instituciones públicas. Esto aceleraría su tramitación y evitaría pronunciamientos en contra de la reforma.
  • Podría tramitarse por lectura única o procedimiento de urgencia para acortar su tramitación y aprobación, con una votación final del conjunto de la ley, sin pasar por la ponencia ni la comisión.
  • El Congreso podría habilitar enero, periodo habitualmente inhábil para la actividad parlamentaria. Si la Mesa del Congreso accede a debatir esta proposición de ley en enero, podría estar aprobada en un mes.
  • El procedimiento es uno de los establecidos para las reformas legislativas y no parece que exista posibilidad de ser recurrido ante el Tribunal Constitucional.

¿Qué podemos esperar? La mayoría de socios del Gobierno es favorable a renovar el Tribunal Constitucional y respaldan la reforma del sistema de elección de sus miembros. Son varios grupos que han expresado su voluntad de apoyar la iniciativa y hacerlo con celeridad. La propuesta podría registrarse mañana e iniciar su andadura parlamentaria a partir de la semana que viene.