El ataque con drones a dos refinerías de petróleo de Arabia Saudí preocupa a los grandes países del mundo. Los saudíes aportan casi el 10% del total del crudo mundial y existe temor a una escalada de los precios. Los rebeldes hutíes han reclamado la autoría de la acción.

Mientras, Estados Unidos apunta directamente a Irán, quien niega tener relación alguna con el ataque y además mandan un aviso a los estadounidenses al tener, según dicen, sus baes a tiro.

"En medio de una llamada a rebajar la tensión, Irán ha lazando un ataque contra el suministro de energía del mundo. Desestabiliza a la región con su apoyo a milicias y grupos terroristas", dice Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos.

Ante la posible subida del precio del crudo, después de que Arabia Saudí haya reducido hasta en un 50% la producción de petróleo, Estados Unidos ha movilizado sus reservas para evitar una escalada a nivel mundial de los costes de este suministro energético.

Irán, por su parte, ha ofrecido su petróleo a cambio de una reducción de las sanciones internacionales.