Anatomía de un saludo
Trump inquieto, Xi impasible y un saludo de 30 segundo que ha terminado en acuerdo comercial
El contexto El presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, ha mantenido un encuentro con su homólogo chino, Xi Jinping, en Corea del Sur. Allí han firmado un pacto sobre tierras raras y aranceles.

Resumen IA supervisado
En un encuentro en Corea del Sur, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mostró un inusual nerviosismo frente a su homólogo chino, Xi Jinping. A pesar de la tensión, la reunión concluyó con un acuerdo sobre tierras raras y aranceles, generando satisfacción en la Casa Blanca. Trump calificó el encuentro como un "doce" en una escala de cero a diez. Durante el saludo, Trump se mostró ansioso por agradar a Xi, destacando su habilidad negociadora. Mientras Trump interactuaba con la prensa sobre posibles acuerdos comerciales, Xi permanecía impasible, marcando el inicio de las negociaciones.
* Resumen supervisado por periodistas.
El presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, solo ha tenido ojos para para el presidente chino, Xi Jinping. Aparentemente nervioso estaba el republicano frente al mandatario asiático que ha reflejado ninguna intención de que Trump luciera su habitual demostración de poder. Algo que no ha parecido importar al norteamericano porque el encuentro entre ambos en Corea del Sur ha terminado con acuerdo sobre tierras raras y aranceles, además de satisfacción en la Casa Blanca. Tanto que "de cero a diez, siendo diez lo mejor, diría que la reunión ha sido un doce".
Trump aparece solo en escena, toma posición y saluda a los periodistas. Solo le acompañan las banderas de detrás. Está inquieto, mientras gira levemente a un lado, a otro y, de repente, esboza una sonrisa. Una complaciente mueca dirigida a su homólogo chino, al que tiende la mano, incluso, antes de que llegue a él.
Tal y como se observa en las imágenes sobre estas líneas, durante treinta segundos no se sueltan. Tiempo en el que solo habla y ríe él. De hecho, se percibe que quiere agradar, con frases como que la reunión sería "un éxito" o cuando ha reconocido al asiático que "es un negociador muy duro". Un apretón que acaba con estas dos palmaditas en la espalda como diciendo, "suelta ya Xi".
Mientras la prensa cuestiona a Trump si firmaría en la cita un acuerdo comercial y este les responde que existe la posibilidad, Xi permanece impasible, discreto, frío y sin decir ni 'mú' mientras. Entonces, es cuando el republicano busca con la mirada que le indiquen que pueden retirarse. Con el visto bueno, emprende la salida, pero se deja algo. Es el mandatario chino al que no se le ve prisa ninguna. Ahora sí, empieza la negociación.
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