Filmado por primera vez
Qué se sabe del lince ibérico de color blanco que han grabado en Jaén
Un fotógrafo aficionado ha conseguido grabar, por primera vez, a este ejemplar. Aunque no es la primera vez que se da este caso, sí es la primera vez que se fotografía. Esto es todo lo que se sabe de este curioso lince blanco.

"El encuentro de este felino fue un recuerdo inolvidable para mí": así explica el fotógrafo Ángel Hidalgo, de 29 años, el momento en el que captó, por primera vez en la historia, la imagen de un lince ibérico de color blanco. Fue en Jaén e Hidalgo considera este momento un "regalo único" de la naturaleza. A raíz de unas imágenes tomadas de una cámara de fototrampeo —que consiste en la colocación, en puntos del hábitat natural, cámaras para registrar la presencia de animales—, observó algo que, dice, no podía creer. Después de dedicarle muchas horas, días y semanas —"e incluso meses, sin éxito"—, una mañana iba caminando por el campo, después de una noche lluviosa: "De pronto a lo lejos veo un bulto blanco que parecía irradiar luz propia", explica él mismo. Se trata de un lince blanco, de nombre Satureja, y aunque ya era un ejemplar conocido por la Junta de Andalucía, ahora están investigando las causas de su cambio de pigmentación.
"Al principio, cuando lo vi no me lo podía creer, pero pude reaccionar rápido para grabarlo en vídeo, y gracias que lo hice porque apenas estuvo inmóvil tres o cuatro segundos, es un animal muy esquivo", ha declarado a EFE el propio Hidalgo. El ejemplar de lince blanco se localizó a principios de octubre en un monte cercano a la capital jiennense, un lugar que Hidalgo no quiere desvelar aduciendo motivos de seguridad.
El lince ibérico blanco, en imágenes
Hidalgo dice que aún no ha contactado con los responsables del programa de conservación del lince ibérico, pero se muestra esperanzado en que este hallazgo sirva para algo. "Me gustaría que su aparición sirviera para ampliar la investigación sobre el lince ibérico y continuar con los programas Life de conservación", ha indicado este fotógrafo que se declara amante de los animales y de la naturaleza. La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha manifestado que ya tenían constancia de la presencia de este ejemplar de lince blanco, aunque no había sido grabada hasta ahora.
"Es un ejemplar al que se está investigando para conocer las causas de su cambio de pigmentación. Las causas no están claras, si es genética o por algún otro motivo. Hasta que no se analicen las muestras que puedan extraer del ejemplar no sabremos el motivo", han indicado fuentes de la Consejería. Se refieren desde la Junta a la coloración muy diferente a la habitual en los linces ibéricos que presentaba este ejemplar, de tonos marrones y con manchas oscuras aunque predominando el blanco.
Desde la Junta indican que este animal ya era seguido desde el programa de recuperación del lince Ibérico en Andalucía. Se trata de una hembra bautizada como Satureja que nació en 2021 con una coloración normal, pero que más tarde habría adquirido el tono blanco tan peculiar. La investigación que se realizará sobre este ejemplar de lince blanco podría contribuir a detectar los factores ambientales que afecten a la pigmentación de los mamíferos o también posibles efectos de contaminantes o cambios en el ecosistema.
Desde el Plan de Recuperación del Lince Ibérico en Andalucía aseguran que lo más probable es que se trate de una despigmentación temporal y reversible, probablemente provocada por estrés o algún otro factor ambiental, según explican desde el diario ABC. En un inicio, se ha especulado con que se tratara de leucismo, una condición genética que da color blanco al pelo o las plumas de los animales, pero que se diferencia del albinismo, en parte, porque los animales leucísticos, a diferencia de los albinos, no son más sensibles al sol.
Este lince blanco "existe", asegura al citado medio el coordinador del regional del Plan de Recuperación del Lince Ibérico en Andalucía, Javier Salcedo, que insiste en que la fotografía es real, pero que se están diciendo "muchas cosas que no tienen sentido". El lince tenía coloración normal y en poco tiempo se ha vuelto blanco, por lo que no se parece tratarse de algo genético. De hecho, conocen otro caso, que también tomó coloración blanca para, más tarde, recuperar su coloración normal.
La población del lince ibérico continúa creciendo, pues según los datos de la Consejería en 2024 se alcanzaron 2.401 ejemplares, con 470 hembras reproductoras, acercándose al objetivo de 750 para considerar la especie fuera de peligro de extinción.
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