La primera ministra británica, Theresa May, pidió la "unidad" de los conservadores en la fase "más dura" de sus negociaciones con la Unión Europea (UE) y alertó de que las divisiones pueden dejar al Reino Unido sin Brexit.

La jefa del Gobierno clausuró el congreso anual del Partido Conservador en Birmingham, centro de Inglaterra, en el que su liderazgo y fortaleza estaban en juego ante las continuas presiones de los diputados más euroescépticos de la formación, entre ellos el exministro de Asuntos Exteriores Boris Johnson, en desacuerdo con su estrategia negociadora con el bloque europeo.

En su discurso, en el que prometió proteger la sanidad e invertir en los servicios públicos, la líder tory volvió a defender su plan del Brexit, conocido como "Chequers". Este programa, según dijo, protegerá miles de puestos de trabajo y también la unión de las cuatro regiones -Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte- al tiempo que mantiene invisible la frontera entre la dos Irlandas.