Un día después de que se hiciese público que las autoridades alemanas buscan a un instructor de buceo ucraniano, como sospechoso en el sabotaje del gasoducto Nord Stream. El diario estadounidense The Wall Street Journal publica un reportaje en el que señala directamente a Ucrania y a Zelenski.
El plan para sabotear el envío de gas ruso al resto de Europa habría surgido en una cena, como le explicó al diario un oficial ucraniano implicado: "Todo surgió de una noche de borrachera y de la determinación férrea de un puñado de personas que tuvieron el valor de arriesgar sus vidas por su país".
Supuestamente, un grupo de altos cargos militares, el propio Zelenski y empresarios ucranianos celebraban el éxito de su país frenando la invasión rusa, cuando alguien sugirió ir más allá, ¿por qué no destruir el Nord Stream? Su estrategia preveía que todo el mundo señalaría a Rusia, como hizo el exministro de Asuntos Exteriores de Polonia Zbigniew Rau: "Podría ser un elemento de la guerra híbrida rusa contra la OTAN". Putin lo negó: "Esto es un acto de terrorismo, no hemos sido nosotros".
Ahora, la investigación del diario estadounidense habla de una operación ucraniana aprobada por el alto mando militar, incluido Zelenski. Sin embargo, la inteligencia holandesa descubrió sus planes, alertó a la CIA y ésta directamente habló con Zelenski. Entonces Kyiv trató de parar todo, pero ya era tarde.
El comandante jefe encargado de este ataque advirtió a Zelenski, no había marcha atrás. "Le dijeron que es como un torpedo, una vez que lo disparas al enemigo no puedes retraerlo, simplemente, sigue disparando hasta que hace 'boom'", comentó al diario el oficial ucraniano.
El equipo de sabotaje estaba incomunicado, entre ellos el buzo al que ahora buscan, y el gasoducto acabó saltando por los aires.