Sebastián Piñera habría muerto ahogado y todo apunta que fue al quedar atrapado por el cinturón de seguridad cuando su helicóptero cayó sobre el lago. El expresidente chileno era quien pilotaba el aparato que se precipitó por causas desconocidas y que se están investigando. Mientras, este jueves empiezan los actos para su funeral de Estado.

La Armada chilena ha devuelto a su expresidente a tierra entre aplausos y sonando el himno nacional, tras un arduo rescate en las profundidades del icónico Lago Ranco, en el centro-sur del país. "A una profundidad de 28 metros se hizo el rescate del cuerpo", ha explicado a los medios de comunicación Ricardo González, el capitán de los bomberos.

Les costó, cuentan, porque Piñera quedó atrapado por el cinturón de seguridad del helicóptero que pilotaba. El exmandatario había ido a comer con un amigo empresario en Ilihue, en una punta del Lago. Su hermana y otras dos personas le acompañaban. Después, y pese a la intensa lluvia, quiso volver volando a su residencia, que estaba a apenas 22 kilómetros en línea recta. Al poco, el aparato se desploma, pero la causa es todavía una incógnita.

Los testigos señalaron que escucharon "un ruido muy fuerte, así como un trueno" y salieron corriendo. "No se sabía si era el helicóptero de José Cox o de Sebastián Piñera. Luego vimos la punta de la hélice hundiéndose y salir a flote a tres supervivientes", ha contado Samuel Green, testigo del accidente.

Su hermana y otros que le acompañaban sobrevivieron porque lograron quitarse el cinturón y nadar hacia la orilla. Sin embargo, Piñera murió atrapado y ahogado en este desconcertante siniestro que sume a Chile en un gran luto de Estado. El féretro ya se encuentra en Santiago, donde se celebrará el funeral.