Genocidio en Gaza

Ni sanciones, ni embargos, ni relaciones congeladas: Europa mira a otro lado mientras los gazatíes siguen muriendo

La letra pequeña En los últimos días, Europa ha presionado al Estado judío, aunque de forma tibia, como el primer ministro británico, Keir Starmer, que amenazó con reconocer oficialmente al Estado de Palestina si Israel no acordaba un alto el fuego.

Vista de las tiendas de los palestinos desplazados internamente, que huyeron del este de la ciudad de Gaza
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Impasibles, como si la cosa no fuera con ellos. Así permanecen los líderes de la Unión Europea ante Israel mientras el Gobierno de Benjamin Netanyahu sigue perpetrando día tras día en Gaza un genocidio sin precedentes en las últimas décadas.

En los últimos días, Europa ha presionado al Estado judío, aunque de forma tibia, como el primer ministro británico, Keir Starmer, que amenazó con reconocer oficialmente al Estado de Palestina si Israel no acordaba un alto el fuego en septiembre.

Sin embargo, estas medidas, que no van más allá del simbolismo, no parecen frenar a Netanyahu en su limpieza étnica en Gaza, como tampoco lo hicieron en mayo de 2024 España, Irlanda y Noruega al reconocer oficialmente a Palestina como país soberano de pleno derecho.

Porque, en la práctica, los líderes europeos no se han puesto de acuerdo para adoptar ninguna medida real que pueda hacer reflexionar a Netanyahu, como podría haber sido la exclusión de Israel del acuerdo de colaboración científica.

Por eso, los expertos aseguran que la única forma de doblarle el brazo a Tel Aviv es aplicar sanciones. "Hay que reevaluar todos los acuerdos y congelarlos mientras Israel siga con la limpieza étnica", defiende Ignacio Álvarez Ossorio, catedrático de Estudios Árabes de la Universidad Complutense de Madrid. Unas sanciones que, en la práctica, se llevarían a cabo con "un embargo de armas e interrumpiendo las relaciones diplomáticas".

Unas medidas que Europa se niega a adoptar, pero que ya han puesto en marcha varios países emergentes, rompiendo completamente las relaciones con Israel. "Los BRICS nos están dando una lección", sostiene Álvarez Ossorio. Una lección de la que hay que tomar nota para parar un genocidio que a Benjamin Netanyahu le sigue saliendo gratis.