Desde dentro
Un extrabajador de 'Gaza Humanitarian Foundation' destapa los "crímenes de guerra" de Israel en Gaza durante los repartos de ayuda alimentaria
Los detalles Anthony Aguilar describe con detalle la estrategia israelí que expone a civiles a ataques violentos durante las entregas, diseñadas para humillar y tratar a la población como si fuera "ganado descontrolado".

Resumen IA supervisado
Las denuncias sobre la situación en Gaza han cobrado fuerza con el testimonio de Anthony Aguilar, exboina verde estadounidense y exmiembro de la 'Gaza Humanitarian Foundation'. Aguilar describe los repartos de ayuda como insuficientes y peligrosos, afirmando que están diseñados para deshumanizar a los gazatíes, facilitando su represión. Relata haber participado en operaciones de reparto que terminaban en caos y tragedia, como el caso de Amir, un niño que murió tras recibir ayuda. Aguilar califica estas acciones como posibles crímenes de guerra y critica la impunidad y la violencia sistemática, instando a las ONG internacionales a tomar el control de las operaciones humanitarias.
* Resumen supervisado por periodistas.
Las denuncias sobre la situación en Gaza no cesan. Pero pocas son tan crudas, tan detalladas y, sobre todo, tan demoledoras como la que ha ofrecido Anthony Aguilar, exboina verde estadounidense y hasta hace poco trabajador de la 'Gaza Humanitarian Foundation'. Aguilar asegura que los repartos de ayuda alimentaria en el enclave palestino no solo son insuficientes y peligrosos, sino que —según afirma— están "diseñados estratégicamente para hacer que los gazatíes parezcan ganado descontrolado", lo que facilita su represión y, en muchos casos, su eliminación.
"Tratan peor, con menos dignidad, a estos civiles en Gaza que a los terroristas de ISIS que se entregaban en Siria", afirma Aguilar.
El exmilitar asegura haber participado en decenas de operaciones de reparto que acabaron en tragedia. Cuenta que las entregas se realizaban sin ningún tipo de control, "consciente o deliberadamente" en zonas abiertas, sin rutas de evacuación ni presencia coordinada de organismos de protección. El resultado era el caos. Familias desesperadas por un puñado de arroz o lentejas que eran dispersadas por los disparos israelíes.
La historia de Amir
Una de las experiencias que más lo marcó fue la de Amir, un niño famélico que se le acercó tras un reparto.
"Sólo tenía media bolsa de arroz y otra media de lentejas que había encontrado tiradas en el suelo. Me puso sus manos —frágiles, esqueléticas, desnutridas— en la cara, me besó y dijo gracias", recuerda Aguilar, con la voz quebrada.
Días después, Amir fue alcanzado durante otro reparto, por lo que Aguilar describe como "el protocolo habitual": gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y disparos a los pies. "Caminó 12 kilómetros por esas migajas, nos dio las gracias… y murió", sentencia.
"Crímenes de guerra"
Anthony Aguilar no se muerde la lengua. Asegura que lo que está ocurriendo en Gaza "no son errores ni efectos colaterales", sino parte de una estrategia sistemática que, según él, podría constituir crímenes de guerra.
"Israel se vende como la única democracia funcional de Oriente Medio. Pero lo que yo vi allí fue lo contrario: impunidad, violencia sin reglas y una deshumanización absoluta del pueblo gazatí", denuncia.
Aguilar reclama que las grandes ONG internacionales asuman el control de las operaciones humanitarias y se detengan inmediatamente las actuales prácticas, que considera inaceptables.