El ministro del Interior de Italia y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, acusó hoy a la ONG alemana Sea Watch de usar como "batalla política" a los 47 inmigrantes rescatados que lleva a bordo y que esperan un puerto seguro desde hace ya nueve días.

El barco salvó a estas personas en el Mediterráneo el pasado 19 de enero y estuvo siete días en aguas internacionales, pero las condiciones meteorológicas adversas obligaron a las autoridades italianas a permitir su entrada en aguas territoriales. Ahora, se encuentra a menos de dos millas de la costa de Siracusa, al sur de Sicilia, sin que Italia le permita entrar a puerto.

Salvini, que mantiene los puertos cerrados y se niega a autorizar que estas personas bajen a tierra, dijo contar con "elementos concretos para afirmar que, poniendo en riesgo la vida de las personas a bordo, el comandante y la tripulación de la ONG Sea Watch desobedecieron las indicaciones" para llegar a un puerto cercano, "que no era Italia". Estas pruebas, que no mostró, dijo que serán puestas a disposición judicial, al tiempo que acusó a la ONG de "utilizar a estos inmigrantes para una batalla política".

Políticos, miembros de la Justicia y de la Iglesia católica han pedido al Gobierno italiano que deje descender a estas personas, de las que 13 son menores.

Tres parlamentarios italianos desafiaron a Salvini y subieron a bordo de la embarcación, a pesar de una prohibición expresa, para comprobar las condiciones de salud de los inmigrantes. "Hemos llegado a la Sea Watch con una lancha y hemos subido a bordo a pesar de las prohibiciones para ejercer nuestros derechos y deberes parlamentarios. Estamos aquí para comprobar las condiciones de los pasajeros y de la tripulación. Solicitamos que sean desembarcados inmediatamente", escribió en las redes sociales el diputado de +Europa Riccardo Magi.