Cuando se cumple una semana de la muerte de Isabel IIy la ascensión al trono de su hijo, Carlos III, el nuevo monarca británico ha regresado a su residencia de Gloucestershire para tomarse un día de descanso, según informa la 'BBC'.

De acuerdo con la cadena pública británica, así lo prevé la llamada 'Operación Puente de Londres', puesta en marcha tras el fallecimiento de la soberana el pasado jueves en Balmoral.

Siempre según la 'BBC', Carlos emplearía este día libre de compromisos institucionales para prepararse para su nuevo rol y ya ha recibido las cajas rojas con los documentos del Gobierno y del Parlamento que deberá examinar diariamente -excepto en Navidad- durante el resto de su reinado.

La víspera, el nuevo rey lideró la comitiva de la familia real durante la procesiónen la que el féretro de la reina fue trasladado desde el Palacio de Buckingham hasta Westminster, donde permanece desde entonces y hasta el lunes, cuando se celebrará el funeral de Estado, para que puedan visitarlo los ciudadanos.

A lo largo de su breve reinado, Carlos III ya ha protagonizado más de un momento polémico: el primero, cuando hizo gestos de desprecio a un ujier para que le despejara la mesa durante su proclamación, y, más recientemente, perdió los nervios cuando le estalló una pluma en la mano mientras firmaba un documento en Irlanda del Norte. Un momento que puedes ver aquí:

Además, el rey habría notificado ya el despido de decenas de empleadosde la que hasta ahora era su residencia oficial, Clarence House, en pleno luto tras el fallecimiento de Isabel II.