Nuevo Gobierno en Alemania
Los retos del canciller Merz: economía, migración, la guerra y el desafío de AfD
Los detalles El líder de la CDU se enfrentará a retos urgentes, como la recesión económica, la situación migratoria o el auge de la ultraderecha de Alternativa por Alemania.

Friedrich Merz no tendrá una tarea sencilla al frente del Gobierno alemán. El nuevo canciller deberá asumir desde este mismo martes retos importantes, desde reactivar la economía del país, a cumplir su compromiso de reducir la migración irregular a mantener el apoyo a Ucrania y hacer frente al auge de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), a los que ahora se suma el desafío de mantener el control de la mayoría gubernamental.
El bloque conservador y los socialdemócratas que dirigirán el país a partir de este martes controlan 328 de 630 escaños en la Cámara Baja, una ajustada mayoría que demostró sus límites este martes cuando el líder conservador fracasó en la primera votación para ser elegido décimo canciller del país centroeuropeo.
En un revés histórico que nunca había ocurrido en la República Federal de Alemania, 18 diputados de las filas de la propia coalición negociada entre el bloque conservador y los socialdemócratas no le apoyaron, creando ya una primera crisis gubernamental. Finalmente, superó la votación con 325 votos del total de 328 que podía haber obtenido de toda la coalición.
Pese a la fragilidad de esta mayoría ahora más que evidente, Merz quiere con esos 328 escaños dar un "cambio de rumbo" a Alemania. La economía alemana sumó dos años de recesión en 2023 y 2024, años en los que el PIB germano cayó, respectivamente, un 0,3 % y un 0,2 %, y para 2025 las autoridades prevén un estancamiento. Además, "el Gobierno debe demostrar que es capaz de hacer frente a la inmigración. Esto significa seguir la voluntad de la mayoría y reducir la inmigración", señaló a EFE Wolfgang Merkel, politólogo del Centro de Ciencias Sociales de Berlín (WZB, por sus siglas alemanas).
La migración, un reto acuciante
La lucha contra la migración irregular ocupa un lugar destacado en el acuerdo de coalición firmado por la CDU, su hermana bávara Unión Socialcristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) este lunes. En la CDU/CSU y en el SPD definen Alemania como "un país cosmopolita", pero plantean en ese texto, entre otras cosas, la necesidad de "reducir significativamente" los "incentivos a la migración", "organizar y controlar la migración" y "frenar eficazmente la migración irregular".
Merz llega al poder en un momento en el que, sobre todo, las administraciones locales sienten la presión de asumir la llegada de cerca de un millón de demandantes de asilo procedentes de Ucrania, a los que se suman los refugiados de otras regiones del mundo. Según datos del laboratorio de ideas Iniciativa de Estabilidad Europea (ESI en inglés), con sede en Berlín, a Alemania nunca llegaron tantos refugiados como en los últimos tres años, pues a los 1,2 millones de ucranianos se suman unos 850.000 demandantes de asilo de otras partes del planeta. Desde los años 40 no se registraba en Alemania una llegada de tantos migrantes.
Merz, un líder cercano a Trump y Netanyahu
Los analistas lo definen como un hombre impulsivo y poco dialogante, lo que dificultará su tarea de gobernar en minoría. "Le cuesta controlarse y no decir lo que piensa", explica la periodista Begoña Quesada. Además, es abiertamente pro-estadounidense y partidario de Donald Trump. "Dijo que él era un hombre capaz para negociar con Trump, que no lo veía tan difícil", añade Quesada.
Sin embargo, desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania ha sido un firme defensor del apoyo europeo al Gobierno de Volodímir Zelenski, por lo que no parece que vaya a romper el consenso de que la Unión Europea juegue un papel fundamental en las negociaciones por la paz.