Sobornos para hablar bien de Qatar. Es el principal titular que deja el ya conocido como 'Qatargate', el escándalo de presunta corrupción que ha puesto la lupa en la presión que hay sobre los eurodiputados en Bruselas y la presencia de los lobbies. Pero, ¿quiénes son estos grupos de presión?

¿Qué son los lobbies?

Álvaro Merino, analista de 'El Orden Mundial', define el lobby como "cualquier organización que tiene como objetivo influir en una política pública". El profesor Antonio Díaz Narváez, por su parte, apunta que se trata de que "la sociedad civil organizada" pueda "influir" o "dar a conocer sus opiniones" a quienes toman decisiones políticas.

Es decir, reuniones entre representantes de la sociedad y los representantes públicos. La actividad lobista, apunta Díaz, "es legítima", pero "lo que hay que evitar -para eso hay que regular y controlar- es aquello que va más allá de una actividad de influencia".

¿Cómo se controla a los lobbies en la UE?

La Unión europea cuenta con una legislación única, que ningún Estado miembro tiene, que obliga a estos grupos de presión a inscribirse en un registro de transparencia. En él, según detalla Merino, aparecen sus nombres, cuántas personas trabajan allí y cuánto dinero invierten en ejercer su influencia.

En Bruselas hay más de 12.400 lobbies. La mayor parte, un 53%, son empresas, a las que siguen las ONG, que suponen el 28%, y los 'think tanks', un 7%.

Sin embargo, según indica Merino, si bien "el lobby deja huella porque está inscrito en este registro", obligatorio desde hace tan solo un año, "el político no está obligado a decir con quien se reúne, solo altos cargos". "El eurodiputado raso no tiene por qué decir con quién se reúne, no publica su agenda, solo se le anima a ello, pero no está obligado", precisa.

¿Influirá el 'Qatargate' en los lobbies?

Es en esos huecos donde pueden surgir agujeros que dan espacio a irregularidades que van más allá de la influencia legítima de muchos grupos. En este sentido, el profesor Díaz Narváez destaca que uno de los problemas del 'Qatargate' es que "ha salido a la luz por la Policía belga, no por las propias instituciones" de la Unión Europea.

Así, el escándalo, que salpica a varias personas vinculadas con la Eurocámara, incluida una de sus vicepresidentas, golpea la credibilidad de una institución que ya de por sí está alejada de los ciudadanos.