Contradicciones
Putin teme una tercera guerra mundial y niega que vaya a involucrarse en el conflicto entre Irán e Israel
¿Qué ha dicho? El presidente ruso reconoce que ha "propuesto ideas" y que le "preocupa" una tercera guerra mundial derivada del aumento de la tensión. "Lo digo sin ninguna ironía y sin bromas", ha insistido.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha proclamado este viernes que "toda Ucrania" es suya, al mismo tiempo que ha admitido que teme una tercera guerra mundial debido a la escalada bélica que está teniendo lugar en Europa y Oriente. También ha negado que el Kremlin se vaya a involucrar en el conflicto que mantienen Irán e Israel desde el pasado viernes.
"Me preocupa, lo digo sin ninguna ironía y sin bromas", ha manifestado sobre un conflicto bélico a nivel mundial durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo en una intervención transmitida en directo por la televisión. "Existe un gran potencial de conflicto que está creciendo y, en nuestras mismas narices. Esto nos concierne directamente. Tanto el conflicto que sufrimos en Ucrania, como lo que está ocurriendo en Oriente Medio", ha sostenido.
"Y, por supuesto, nos preocupa mucho lo que pasa en torno a las instalaciones nucleares de Irán. Nos inquieta a lo que puede llevar", ha agregado. Por lo que ha instado a buscar "soluciones pacíficas" y que garanticen el derecho iraní a un programa nuclear, pero que también satisfaga las necesidades de seguridad de Israel.
Al mismo tiempo que ha admitido su preocupación por una tercera guerra mundial, Putin aseguraba que "toda Ucrania" es suya y que tiene grandes ambiciones territoriales sobre Ucrania. "Ya lo he dicho muchas veces, considero que los pueblos ruso y ucraniano son el mismo pueblo. En ese sentido, toda Ucrania es nuestra", ha dicho.
Ha recordado que en Moscú hay "una regla antigua" que dice que "allí donde pisa la bota de un soldado ruso, es nuestro". De hecho, acto seguido ha asegurado que no descarta conquistar también la región ucraniana de Sumi (al norte). "Lo siguiente es Sumi. La capital regional, No tenemos tal objetivo, pero no lo descarto", ha aseverado.
Sin embargo, en la misma intervención, el jefe del Kremlin ha indicado que, en contrapartida de lo que se busca en Irán, Moscú no busca la rendición total de su enemigo y subrayó que "nunca" puso en duda el derecho de Ucrania a la soberanía.
También ha dejado claro que Rusia no abrirá un segundo frente en Irán y ha descartado que vayan a implicarse de cualquier manera del lado de Teherán, como algunos esperan debido a sus alianzas. Un hecho que algunos han calificado de traición, aunque ellos mismos niegan haber traicionado a su gran aliado. De hecho, han dejado claro que apoyan a Irán en el enfrentamiento que tiene con Israel.
"Tenemos determinadas relaciones de amistad con Irán. Al respecto, siempre cumplimos todos nuestros compromisos", ha aseverado, aunque tras nueve días de guerra, su apoyo sigue reduciéndose a palabras.
Por eso ha lanzado el siguiente mensaje a todos aquellos que les critican por no hacer más: "¿Qué más hacer? ¿Comenzar algún tipo de operaciones militares, o qué?". Tras esto, e insistiendo en que no participarán, ha dejado claro que ellos ya tienen "sus propias operaciones militares contra quienes consideramos enemigos de las ideas que defendemos y contra quienes generan amenazas en contra de Rusia".
En la misma línea ha dejado claro que Moscú busque mediar: "Quisiera destacar que no buscamos mediación alguna, simplemente proponemos ideas y, si resultan atractivas para ambos países, nos alegraremos. Nuestras propuestas se están estudiando actualmente. Mantenemos contactos con nuestros amigos iraníes casi a diario, así que veremos".
Vladímir Putin también ha expresado su confianza en que las amenazas sobre el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, se queden en nada y no acaben asesinándole como dejó caer el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, este jueves.
Katz se refirió a él como "el Hitler moderno" y acto seguido dijo que "no debería seguir existiendo". Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, manifestó que la muerte del ayatolá pondría fin al conflicto.
La relación de Putin con Irán viene de lejos. El primer viaje que emprendió el presidente ruso tras la invasión de Ucrania fue a Teherán. Un destino que no fue casual, ya que salió muy beneficiado de su encuentro con el líder iraní: volvió a Rusia con las armas que necesitaba para mantener el conflicto bélico a favor de Moscú.
Entre las armas se encontraban los temibles drones kamikazes Shared, de los que enviaron más de 2.400, así como de misiles balísticos.
A cambio de la ayuda militar, Putin prometió al ayatolá cazas y misiles antiaéreos. Sin embargo, parece que ahora reniega de esta alianza militar que, en su día, le salvó la guerra.