Gran invasión, infierno, pánico, psicosis... son las palabras más repetidas en Francia, donde sufren una plaga de chinches sin precedentes. Insectos que ya no se limitan a esconderse y picar en las camas; no tienen bastante con las butacas de cine o los asientos de tren. Los expertos apuntan a que no se veía tal proliferación de chinches desde antes de la Segunda Guerra Mundial.

Ya ni los centros médicos están a salvo y hasta han obligado a cerrar, en las últimas horas, varios colegios en distintos puntos del país. Histeria colectiva desatada por estos insectos, que se las ha visto en el metro, en los trenes o incluso en el cine. "Un calvario", reconoce la primera ministra de Francia, Élisabeth Borne.

Los chinches han llegado la tarde de este martes a la mismísima Asamblea Francesa. Y no solo en palabras, sino físicamente, después de que una diputada sacara un botecito con ejemplares en su interior. "Estos pequeños insectos están sembrando la desesperación en nuestro país. ¿Hace falta esperar a que infesten la residencia de la primera ministra para que actúen?", ha denunciado la parlamentaria.

Asimismo, ha pedido crear un servicio público de desinfecciones. Es su propuesta para acabar con una plaga por la que ya se están cobrando 3.000 euros por limpieza. A esto, hay que añadirle una renovación del mobiliario que en ocasiones, es total. Entre tanto, estos insectos, ya no solo se esconden en las camas, están también en colegios: al menos dos han tenido que cerrar en las últimas horas para proceder a eliminarlas. Todos los alumnos han sido enviados a casa.