El primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha pedido este martes disculpas a las políticas y empleadas del Parlamento de Camberra que han sido víctimas de acoso, abusos sexuales y violaciones, en respuesta a una investigación sobre la cultura laboral en la sede del Legislativo de este país.
"Hemos tratado de silenciar las quejas válidas y justas de la gente porque reinaba el miedo a las consecuencias electorales. Lo siento. Lo sentimos", h dicho Morrison en un discurso en el Parlamento de Camberra, donde el líder de la oposición, el laborista Anthony Albanese, y ambas cámaras también se sumaron a las disculpas.
Asimismo, el mandatario ha pedido disculpas a la exasesora del gobernante Partido Liberal Brittany Higgins, cuya denuncia el año pasado de que había sido violada en 2019 en una de las oficinas del Parlamento por un antiguo compañero de trabajo fue el detonante para que se investiguen los abusos sexuales en ese centro de trabajo.
"Básicamente, me desperté en mitad de la violación", relató la mujer. "Me violaron y sólo les importó dónde había sido y las consecuencias que tendría para ellos".
"(Higgins) tuvo el coraje de hablar, y por eso estamos aquí. Lamentamos todas estas cosas, y al hacerlo, cada uno de nosotros asume la responsabilidad de un cambio. Para aquellos que han perpetuado el acoso y la violencia, esos comportamientos saldrán a la luz", ha precisado el mandatario liberal.
La denuncia de Higgins, quien se quejó de cómo sus empleadores abordaron su denuncia, motivó a otras tres mujeres a revelar que fueron víctimas de asaltos o tocamientos indebidos por parte del mismo hombre, quien actualmente es procesado por los presuntos delitos.
A raíz de esta y otras denuncias, el Ejecutivo puso en marcha una investigación independiente, liderada por la comisionada de Discriminación Sexual, Kate Jenkins.
La investigación reveló en noviembre pasado la existencia de una cultura laboral tóxica en el Parlamento dominada por los hombres, así como sistemáticos abusos de poder, explotación, acoso y agresiones, entre ellos sexuales, principalmente contra las mujeres.
"Aceptamos la historia inaceptable de abuso, acoso y asalto sexual en los lugares de trabajo del Parlamento de Australia", reza el comunicado del Legislativo del país oceánico, al pedir disculpas por estos incidentes y comprometerse a implementar los cambios necesarios para crear un lugar seguro de trabajo.
"Aspiramos y debemos establecer los estándares para la nación", enfatizó el comunicado al admitir públicamente los hechos en respuesta a las recomendaciones del informe de Jenkins, que reveló que el 51 por ciento de los trabajadores del Parlamento experimentaron al menos un incidente de abuso o acoso sexual así como intento de violación o asalto sexual consumado.