La primera entrevista del presidente de Irán, Ebrahim Raisi, a un medio occidental, NBC News, llega a tres días del primer aniversario de la brutal muerte de Mahsa Amini. Su asesinato el 16 de septiembre de 2022 provocó fuertes protestas que durante meses pidieron el fin de la República Islámica.

Raisi ha llegado a calificar de "incidente" el asesinato a golpes de Amini en la entrevista. Asimismo, se ha justificado con una extraña comparación: "Los mismos incidentes ocurren cada día en ciudades de Estados Unidos y Europa". "Han utilizado este incidente como un proyecto contra la República Islámica de Irán", ha argumentado.

La muerte de la joven por no llevar bien colocado el velo desencadenó las protestas más multitudinarias contra el régimen. Por todo el país se podía escuchar el grito de "mujer, vida y libertad". Para Teherán la gran agitación social fue culpa de Europa y EEUU. "Ha sido una guerra híbrida, una guerra política, una guerra económica, una guerra mediática y una guerra psicológica contra la República Islámica de Irán", ha detallado Raisi al periodista Lester Holt.

La represión más sangrienta en Irán, con 516 muertos y 19.200 detenidos fue un trabajo bien hecho por las fuerzas del orden, según Raisi. Y aunque asegura que hay libertad de expresión, de prensa y de discurso en su país con estas palabras "debe saber que la República Islámica de Irán siempre ha estado preparada para escuchar a quienes protestan, sobre cualquier asunto, desde hace años".

Por último, ha acabado haciendo una advertencia con un claro mensaje: "El que ponga en riesgo la seguridad del país pagará un alto coste". Un coste traducido en palizas salvajes, arrestos indiscriminados y condenas de muerte.