Al menos 58 personas murieron en el incendio desatado en una torre residencial en el oeste de Londres, confirmó el comandante Stuart Cundy, de la Policía Metropolitana de Londres (Met).

En una comparecencia ante los medios, el alto mando policial señaló además que "en estos momentos, no hay nada que sugiera que el fuego fue provocado deliberadamente" e indicó que "tristemente" no esperan "encontrar más supervivientes".

En el siniestro ocurrido en la madrugada del 14 de junio, en la torre Grenfell, un bloque de 24 plantas y 120 viviendas, situado al oeste de la capital, 76 personas están ahora "desaparecidas", según las estimaciones de los medios. En cuanto al último parte sanitario con relación a los heridos, 24 personas siguen hospitalizadas, de ellas 12 en "estado crítico", en cuatro centros médicos de la capital, según recordó Cundy.

Este responsable policial indicó que la investigación de Scotland Yard tratará de esclarecer lo ocurrido, si bien puntualizó que no hay nada que indique que el incendio fuese provocado.

"Tristemente, como ya dijimos, siempre supimos que la cifra de fallecidos aumentaría y ahora podemos decir que, en estos momentos, sabemos que al menos 58 personas han muerto", corroboró el comandante, que precisó que entre esos fallecidos "se incluye una persona que había sido trasladada a un hospital y que ha muerto pese a los cuidados ofrecidos por los sanitarios del NHS (Servicio Nacional de Salud público)".

Doce de esas víctimas mortales han sido ya trasladadas a la morgue, mientras que otros cadáveres "tristemente" continúan dentro del inmueble siniestrado, reveló Cundy. El comandante indicó también que ahora mismo ya "no hay más focos de fuego" dentro de la torre.

En su intervención, Cundy anticipó que debido a las condiciones en las que se encuentra el inmueble calcinado, a los servicios de emergencia les llevará "un tiempo considerable" completar sus labores de investigación.