El Estado Islámico usa a los niños para propagar su violencia, los vende o los asesina. La ONU ha expresado la necesidad de aumentar la protección a este colectivo. Los niños iraquíes son cada vez más utilizados por el EI para inmolarse, en la fabricación de bombas, como informadores o como escudos humanos.

Los niños yazidíes y los cristianos son los que más sufren la brutalidad del grupo terrorista. Pero también los chiíes y suníes son víctimas del Estado Islámico.

La ONU tiene constancia de que el grupo yihadista usa a niños con discapacidad mental como suicidas, sin que muchos de ellos sepan lo que ocurre. Es habitual que usen a niños de ocho años o incluso menores como niños soldado.

Los niños son un colectivo débil que padece la violencia y los horrores del Estado islámico, sufren continuos abusos sexuales, son vendidos en mercados -inlcuso con etiquetas que marcan un precio- o terriblemente asesinados.