Paseos a reventar, surferos con sus tablas, familias al completo, pasos de peatones igual de abarrotados y muchas bicis. Nadie se creería que el confinamiento sigue vigente en California, Estados Unidos, porque allí hasta 40.000 estadounidenses han acudido en masa a las playas aprovechando la ola de calor, con termómetros que alcanzan los 37ºC.

Kilómetros de arena llenos de toallas y sombrillas, y sin respetar la obligada distancia social. Los ciudadanos de California llevan en cuarentena desde el 19 de marzo y el Estado registra más 43.000 contagios y 1.700 muertos.

Con el verano a la vista, la situación preocupa en todo el país. Deborah Birx, coordinadora sanitaria de la Casa Blanca, ha avanzado que "el distanciamiento social se mantendrá durante el verano para asegurarnos de que nos protegemos unos a otros".

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, habla ya de una reapertura de la economía en dos fases que podría comenzar el 15 de mayo: "La fase uno afectará a la construcción y a la industria. En la segunda fase habrá que evaluar las empresas caso por caso".

Es la zona más afectada por la pandemia que contabiliza ahpra su número de contagios diario más bajo desde el 30 de marzo, pero donde las cifras superan los 22.000 fallecidos.

Donald Trump deja de informar sobre el COVID-19

Otros cuatro Estados ya han comenzado a reabrir, pero en contra de las recomendaciones de la Casa Blanca. En Georgia, por ejemplo, a partir de este lunes abren restaurantes y cines.

Para seguir informando de la pandemia ya no veremos a Donald Trump entrando a diario en ruedas de prensa. Tras las críticas por haber sugerido inyectar desinfectante a los enfermos con COVID-19, el presidente ha dicho que "no vale la pena" asistir a estas comparecencias.

El presidente de EEUU Donald Trump, en una imagen de archivo

Para algunos analistas, con esta decisión sus asesores buscan evitar el desgaste de Trump de cara a la reelección presidencial.