Mariúpol sigue convertida en el epicentro de la guerra en Ucrania y protagonista de la destrucción rusa. La ciudad está sitiada y las tropas rusas y prorrusas siguen asfixiando la ciudad.

En estas imágenes de Reuters se puede ver la devastación al que se ha enfrentado la ciudad, donde los convoyes de tropas rusas campan entre los escombros, mientras se producen las negociaciones entre Rusia y Ucrania en Turquía para intentar conseguir un alto el fuego.

Un convoy de tropas rusas cerca de la ciudad sitiada de Mariúpol.

La destrucción es evidente: desde fábricas a edificios de apartamentos que han quedado reducidos escombros. Las tropas de Moscú siguen ganando terreno en la zona sur, donde intentan hacerse con el control del puerto. Así se recoge en el último parte del Ministerio británico de Defensa sobre la invasión.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha denunciado que en esta "guerra despiadada" contra el pueblo ucraniano hasta el día de hoy "se sabe que 143 niños han muerto. Mariupol permanece bloqueada. Las tropas rusas no permitieron que se organizara hoy ningún corredor humanitario, no permitieron el 'silencio".

Destrucción en Mariúpol.

Alrededor de 160.000 personas continúan atrapadas en esta ciudad, que además se ha quedado sin el acceso a los servicios básicos, como agua corriente, luz o calefacción. "Aquí es imposible vivir porque no hay nada", ha denunciado el alcalde, Vadim Boichenko, que ha tachado la situación de "aterradora" y ha señalado que "la humillación que están sufriendo es imposible de definir".

Un edificio destrozado en Mariúpol.

Residentes de Mariúpol caminan por un patio rodeados de escombros.

La guerra ha entrado en una fase "altamente imprevisible", con "muchos escenarios posibles", y aunque "Ucrania puede vencer si está bien armada", la "toma de Mariúpol puede cambiar las cosas", asegura el general estadounidense y exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) David Petraeus.

"Hay muchos escenarios posibles, dependiendo de cuál de los dos bandos sea capaz de reabastecerse, rearmarse, reemplazar las pérdidas e incorporar nuevas habilidades", asegura Petraeus en un entrevista que publica hoy el diario italiano "Corriere della sera", en la que no descarta que el conflicto pueda prolongarse "semanas, quizás meses".

La "gama de escenarios van desde un estancamiento largo, sangriento y de pesadilla (con lentos y laboriosos avances rusos en el sureste mientras los ucranianos continúan con limitados contraataques en torno a Kiev, Kharkiv en el este, Mykolaiv en el suroeste y otros lugares) hasta el que uno u otro gana y hace retroceder al enemigo".

"Pero no podemos excluir la posibilidad de que Rusia se recomponga, recupere el impulso en el sureste y posiblemente en el noreste", dice. Y "cuando Mariúpol caiga, como parece trágicamente destinado a suceder a pesar de su heroica defensa, Rusia dispondrá de un excelente puerto para abastecer a las tropas del sureste".

Eso liberará a algunos de los batallones que participan en esa batalla y "ayudará al extenuante avance ruso hacia la provincia de Lugansk y quizás hacia Donetsk", añade el exmilitar.

Un grupo de ciudadanos come pan en las calles destruidas de Mariúpol.