El polémico artículo 522, derogado en medio de una fuerte presión de grupos feministas, permitía suspender un juicio e incluso anular una sentencia contra un violador si este contraía matrimonio con la víctima.

La comisión parlamentaria que lo anuló consideró que estaba en contradicción con el artículo 7 de la Constitución, que estipula que los libaneses son iguales ante la ley, sin embargo, no alteró otros artículos que, según feministas, pueden dar amparo legal a las relaciones sexuales con menores de edad.

La directora de la ONG feminista Abaad, Ghida Anani, dijo que la derogación supone "un progreso importante" para las mujeres porque esta práctica sigue siendo común en zonas rurales donde "continúan predominando las tribus, los clanes y el confesionalismo".

Abaad, una de las ONG feministas más activas del país, lanzó varias campañas contra el artículo 522 y, en una de las últimas, realizada frente al Parlamento el pasado noviembre, vistió a varias activistas con trajes de novia confeccionados con vendajes blancos manchados de sangre.

La derogación del artículo 522 aún no es definitiva, puesto que el pleno del Parlamento tiene que pronunciarse, pero según la activista, es poco probable que dé marcha atrás, pues la comisión que examinó el caso está formada por miembros de todos los grupos y comunidades religiosas, que alcanzaron un amplio consenso.