18 años de mentiras sobre la guerra. Cuando Bush, Obama o Trump hablaban de avances en Afganistán sabían que era un engaño. Lo dejan claro los documentos que publica 'The Washington Post'.

Tras la guerra más larga de su historia, Estados Unidos ni siquiera ha conseguido lo básico. "Los talibanes están en posición de recuperar buena parte si no todo el poder en Afganistán. Al Qaeda sigue estando ahí", apunta Jesús Núñez, Codirector del Instituto de Estudio Conflictos y Acciones Humanas.

Los militares responsables de la estrategia ni siquiera sabían qué hacían allí.

"No había ningún conocimiento previo fundamentado ni en términos sociales, ni políticos, ni económicos del escenario en el que se estaban metiendo y por lo tanto no pueden extrañar los resultados penosos que se están cosechando", afirma Núñez.

Y no sólo en el terreno militar, EEUU se ha gastado casi 130.000 millones de euros sólo en proyectos de reconstrucción. Más dinero que en el Plan Marshall tras la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, los resultados son muy distintos. Se gastó en partidas sin sentido como fomentar el cultivo de soja cuando allí no crece bien ni se consume, o en comprar uniformes militares de camuflaje verde en un país donde casi todo es desierto. Un derroche que hizo ricos a unos pocos.

"La mayor parte se ha quedado en Estados Unidos. Para los contratistas estadounidenses no había ningún control. Podían llegar a cobrar hasta 500.000 dólares al mes algunos de los representantes de algunas de estas empresas", apunta Felipe Sahagún, periodista y profesor de Relaciones Internacionales.

Mientras, más de 2.000 soldados estadounidenses morían en esa guerra y las víctimas afganas se estiman en más de 100.000.