El primer intento de la comunidad internacional de llevar a Venezuela ayuda humanitaria desde Colombia terminó en violentos enfrentamientos con la fuerza pública venezolana en los pasos fronterizos que dejaron al menos 285 heridos.

Los choques comenzaron en el puente internacional Simón Bolívar, que comunica la ciudad colombiana de Cúcuta con la venezolana de San Antonio del Táchira, y se propagaron por el Francisco de Paula Santander, que conecta con Ureña, también convertido en campo de batalla.

En el puente de Tienditas, donde se almacenan toneladas de ayuda enviada por Estados Unidos, Chile y otros países, la gente se aglomeró desde horas tempranas pero el bloqueo por parte del Gobierno de Nicolás Maduro continuó y los camiones que transportaban los alimentos y medicinas no intentaron atravesarlo.

El Parlamento venezolano, de mayoría opositora, ha denunciado el asesinato de cuatro personas en la frontera con Brasil.

La multitud que trató de abrir paso a la ayuda humanitaria se encontró con la oposición de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía venezolana, lo que degeneró en enfrentamientos en los que las fuerzas del régimen de Maduro dispararon gases lacrimógenos, y la gente apostada en el Simón Bolívar respondió con piedras.

En el puente Francisco de Paula Santander fueron quemados dos camiones en el lado venezolano de la frontera, lo que obligó al Gobierno colombiano a ordenar el regreso de los vehículos a la bodega situada en el lado colombiano de Tienditas.

"Desafortunadamente ha habido violencia por parte de la dictadura y no podemos propiciar que esa violencia continúe", afirmó el presidente de Colombia, Iván Duque, en una declaración en Cúcuta, donde estuvo junto con sus homólogos de Chile, Sebastián Piñera, y Paraguay, Mario Abdo Benítez, y el mandatario interino de Venezuela, Juan Guaidó, al igual que el secretario general de la OEA, Luis Almagro.

Mientras se intensificaban los brotes de violencia, más de 60 militares, policías y guardias venezolanos desertaron en distintos puntos de la porosa frontera de 2.219 kilómetros de Colombia con Venezuela. "Han llegado desarmados a territorio colombiano más de 60 militares, varios de ellos oficiales, quienes han solicitado refugio en Colombia, demostrando la pérdida de confianza con el usurpador régimen de Maduro", dijo el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, en una rueda de prensa en Cúcuta.

En uno de los incidentes de más tensión de la jornada, tres guardias venezolanos se acercaron a la frontera de Colombia en una tanqueta y cuando estaban cerca de la línea divisoria descendieron del vehículo y se entregaron a las autoridades colombianas.

De igual forma, el canciller colombiano detalló que de los 285 heridos, 255 son ciudadanos venezolanos y los 30 restantes son colombianos, a la vez que agregó que la mayoría de ellos resultaron afectados por gases lacrimógenos y por el "uso de armas no convencionales".

Ante esos hechos de violencia, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, afirmó en Cúcuta que el régimen de Maduro "hizo lo cobarde, lo indecente" al atacar a quienes acompañaban la ayuda compuesta por alimentos, medicinas, suplementos nutricionales y kits de higiene personal.