Tras China y Europa, la tercera gran ola de infecciones por covid-19 se espera en África. Así lo ha advertido el presidente de la OMS, Tedros Adhanom: "Mi continente se debe preparar, África tiene que despertar".

El virus se extiende por el continente, donde Eritrea, uno de los países más pobres, acaba de detectar su primer caso, importado de Noruega.

A pesar de el avance, en todo el continente africano apenas habría 1.100 casos y solo una treintena de muertos. Estos datos, tal y como explican los expertos, son muy bajos para países muy poblados.

Adolfo García Sastre, de Instituto de Salud Global y Patógenos, cuenta que esto se debe a que "el diagnóstico que se hace en África es mucho menor".

Población especialmente vulnerable

En las zonas urbanas y los países más ricos, como Egipto y Sudáfrica, el coronavirus se afronta como en Europa: mucha higiene de manos y compras compulsivas.

Sin embargo, peor lo tienen quienes viven en campamentos, desplazados internos o, directamente, en zonas sin recursos. "La población es especialmente vulnerable porque además tienen malnutrición, malaria, VIH...", explica Eloísa Molina, de la ONG World Vision.

En Libia, tras seis años de guerra civil, el covid no es prioritario. Y en África occidental, donde se concentra la mitad de los casos, otro virus, el del ébola, ha dejado infraestructuras y también lecciones, como la de la importancia de lavarse las manos continuamente o evitar el contacto con otras personas.

La medida del confinamiento, implantada en muchos países, en muchos lugares tampoco sirve. Muchas familias viven en chozas o pisos con una sola habitación. "En África, sin asistencia sanitaria suficiente, el covid no es el mayor problema", afirma García Sastre.

Aunque el covid no afecta tanto a los niños, sí que quedan en riesgo de quedar huérfanos y aún más desprotegidos en estados sin muchos servicios sociales.