El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró este lunes que su Gobierno no enviará misiles de largo alcance a Ucrania capaces de llegar a territorio ruso, como le piden las autoridades ucranianas.

Al ser preguntado por los periodistas en la Casa Blanca sobre si planea enviar este tipo de armas a Ucrania, Biden respondió que no enviará "sistemas de misiles que puedan llegar a Rusia".

El presidente estadounidense hizo estas declaraciones justo antes de salir para el cementerio nacional de Arlington, a las afueras de Washington, donde rindió homenaje como es tradición a los soldados muertos de EE.UU. en el Día de los Caídos, que se celebra hoy y es jornada festiva en el país.

A principios de mayo, Biden pidió al Congreso más dinero para poder seguir ayudando a Ucrania de la agresión rusa pero también para garantizar la reposición del arsenal militar estadounidense.

"Necesitamos más dinero para asegurarnos de que Estados Unidos sigue enviando armas directamente al frente de la libertad en Ucrania y seguir apoyando de forma económica y humanitaria al pueblo ucraniano", dijo el mandatario.

El pasado 28 de abril, Biden solicitó formalmente al Congreso 33.000 millones de dólares en ayuda adicional a Ucrania, de los que más de 20.000 millones irán destinados a asistencia militar para respaldar la lucha de Kiev contra la invasión rusa.

Aunque los portavoces del Pentágono y la Casa Blanca insistieron en que la ayuda a Ucrania no afecta a la propia capacidad de defensa del país, también reconocieron que se está haciendo una evaluación continua de las reservas cada vez que se hacen envíos a Ucrania.

Este anuncio llega tras la información que apuntaba a que el Pentágono no descartaba la posibilidad de entregar a Ucrania cohetes de largo alcance para contrarrestar el avance ruso en el Donbás. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió contra este posible apoyo: "Advertimos a Occidente de la manera más seria que ellos ya libran, en esencia, una guerra subsidiaria contra Rusia con las manos, cuerpos y cerebros de los neonazis ucranianos, pero que eso sería un grave paso hacia una escalada inadmisible".