Las mochilas de los estudiantes muertos o desaparecidos por el tsunami que asoló Japón en 2011, así como otros objetos perdidos, se almacenaban desde hace cinco años en una escuela primaria abandonada de la ciudad de Natori, en la prefectura de Miyagi, después de ser recogidos entre los restos de la catástrofe por las Fuerzas de Auto-Defensa (Ejército) o por voluntarios.
El ayuntamiento de Natori ha decidido deshacerse de estos materiales al no aparecer sus dueños, y debido a que el colegio será demolido en el marco de los trabajos para elevar el terreno de la zona como protección ante la posibilidad de que se produzcan nuevos tsunamis, según dijo un portavoz local a la agencia nipona Kyodo.
"Es una lástima que no hayamos podido devolver estos recuerdos a las familias de los niños, como nos hubiera gustado", señaló el funcionario del consistorio local Hiroshi Ogasawara, al citado medio.
En esta misma localidad, ubicada en una de las áreas más castigadas por el tsunami, se recuperaron unas 240.000 fotografías entre los escombros y desechos que dejó el desastre natural, y actualmente se exhiben en formato digital en varios centros cívicos.
Una decena de ciudades y pueblos de la zona aún conservan los objetos perdidos recuperados tras la catástrofe, y cuatro de ellos planean comenzar a destruirlos por motivos similares, informó por su parte la cadena estatal NHK.
El terremoto y el tsunami acaecidos el 11 de marzo de 2011 dejaron unos 18.500 muertos o desaparecidos en todo el país, más de la mitad de ellos sólo en la prefectura de Miyagi.