La región de Sicilia, en el sur de Italia, se encuentra desbordada después de que en las últimas 24 horas hayan llegado más de 3.000 migrantes a los puertos de Lampedusa, la isla más próxima a las costas africanas, y Porto Empedocle, donde acaba de atracar el velero Astral de la ONG española Open Arms.
El Astral ha podido desembarcar en territorio europeo a las 59 personas rescatadas en el velero, equipado para asistir a embarcaciones pero no para largos trayectos, tras pedir al Gobierno italiano que le asignara un puerto "urgentemente" ya que en un primer momento les ordenaron dirigirse a Túnez.
"Túnez no puede ser considerado un puerto seguro de desembarco", protestó públicamente la ONG, que tras el rescate tuvo que evacuar a una mujer embarazada en alta mar con ayuda de las autoridades de Malta.
Porto Empedocle, situado en el sur de la isla de Sicilia, tiene previsto recibir a más de 1.000 migrantes, ya que a los socorridos por Open Arms se sumarán las más de 370 personas que llegarán allí tras ser rescatadas por el barco Ocean Viking, de la ONG fracoalemana Sos Mediterranée.
La tripulación del Ocean Viking asegura haber socorrido a 623 personas en 15 operaciones de rescate ejecutadas en los últimos dos días, ya que la situación en el Mediterráneo central es dramática con decenas de pateras intentando llegar a las costas europeas.
"Entre los supervivientes hay 15 niños, 146 menores no acompañados y 462 adultos, todos ahora a salvo y cuidados a bordo del Ocean Viking. Las principales nacionalidades son Sudán, Guinea, Burkina Faso, Costa de Marfil, Benin y Bangladesh", informó la ONG en sus redes sociales.
2.600 migrantes en un centro con capacidad para 400
Las autoridades italianas han ordenado que la mitad de los pasajeros lleguen a la isla de Lampedusa, la más meridional de la región de Sicilia, y el resto sean desembarcados en Civitavecchia, en el centro de Italia y a pocos kilómetros de Roma.
Desde Lampedusa, sin embargo, tendrán que ser trasladados a Porto Empedocle por los guardacostas italianos, puesto que las instalaciones de su puerto no dan más de sí, con 2.600 migrantes en un centro de acogida con capacidad para 400.
Además de las personas socorridas por los buques humanitarios, otros grupos de migrantes logran llegar por sus propios medios, en la última noche fueron 380 personas a bordo de 13 pateras.
Otros buques humanitarios se encuentran en el Mediterráneo prestando ayuda: el alemán MareGO rescató a 46 migrantes; el Life Supportt, de la ONG italiana Emergency, salvó a 76 personas cerca de Malta; y el Humanity 1 viaja con 100 pasajeros socorridos en varias operaciones.
Asimismo, el buque español Open Arms ha zarpado de nuevo para completar nuevos rescates.
Este jueves, el papa Francisco pidió al mundo "no permanecer indiferente" ante "tragedias" como el último naufragio ocurrido en el Mediterráneo Central, en el que 41 personas murieron al volcarse la frágil embarcación en la que viajaban desde la localidad tunecina de Sfax.
Tras el naufragio, la ONU solicitó "mecanismos coordinados de búsqueda y rescate y vías seguras y legales para la migración y el asilo", después de recordar que "hace apenas unos días una madre y un niño ya habían perdido la vida" frente a Lampedusa.
Según los últimos datos del Ministerio del Interior italiano, en lo que va de año han desembarcado casi 94.000 migrantes en las costas italianas, más del doble de los cerca de 45.000 del mismo periodo del año anterior.