La toma de control del lado palestino del cruce de Rafah, fronteriza con Egipto, apunta a ser solo el principio de la ofensiva israelí. Así lo ha dejado caer este martes el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, al asegurar que la toma de este punto fronterizo de Rafah es un paso muy importante para la destrucción militar de Hamás.

Hasta hace unas horas, este punto fronterizo con Egipto era el único lugar que no dominaban, pero como confirmaban este martes, Israel ya tiene el control absoluto del paso fronterizo de Rafah, en el sur de la franja de Gaza. Han entrado con tanques israelíes destrozando todo lo que estaba en su camino y han terminado izando la bandera israelí, demostrando así su nueva muestra de violencia.

Son varias las razones que confirman la importancia de esta toma de control. Todo camión de ayuda tiene que pasar por un control israelí, que se encarga de decir sí o no a los productos que ingresan. Varias toneladas de ayuda, vitales para el día a día, han sido rechazadas por decisión israelí.

Además, Rafah también es la vía por la que los gazatíes con doble nacionalidad, con familiares en Egipto o egipcios, o los que han podido pagar unas "tasas de coordinación" han podido escapar del conflicto al país de los faraones. Cada noche las autoridades del cruce en el lado palestino publican un listado con las personas que han sido aprobadas, cuya solicitud y aceptación puede durar varias semanas, para poder cruzar al Sinaí. Ahora, con la bandera israelí izada en el lado palestino de Rafah, el movimiento de personas y de ayuda humanitaria puede verse impactado, lo que agravaría aún más la devastación que sufre el enclave mediterráneo.

La ONU teme que esto vaya a más

Pero lo que se teme es que esto no se quede solo aquí, y que Israel aproveche este poder para ir más allá. No solo ha sido Netanyahu quien ha dejado caer esta posibilidad, también lo ha secundado su ministro de Defensa, Yoav Gallant. Este martes ha asegurado que la operación militar en la ciudad de Rafá no se detendrá hasta que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) sea "eliminado" de la zona o se libere a los rehenes capturados el 7 de octubre por la milicia palestina.

"Ayer ordené a las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) que entraran en la zona de Rafah, tomaran el cruce y llevaran a cabo sus misiones. Esta operación continuará hasta que eliminemos a Hamás en la zona de Rafá y en toda la Franja de Gaza, o hasta que regrese el primer rehén", ha manifestado.

Estas palabras han hecho saltar las alarmas en la ONU, donde creen que esto podría suponer un asalto total de Israel a la ciudad de Rafah. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha advertido de que un asalto a la ciudad de Rafah "sería un error estratégico, una calamidad política y una pesadilla humanitaria".

"Incluso los mejores amigos de Israel lo tienen claro", ha comentado Guterres en alusión a Estados Unidos, que ha pedido a Israel evitar una incursión a gran escala en Rafah. Por otro lado, esta misma tarde el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha reafirmado su apoyo a Israel. "Permítanme asegurarles, como presidente, que no están solos. Mi compromiso con la seguridad del pueblo judío, la seguridad de Israel y su derecho a existir como Estado judío independiente es férreo, incluso cuando no estamos de acuerdo", ha subrayado.