La policía de Baviera informó del hallazgo en los restos de una niña desaparecida en 2001 de huellas de ADN correspondientes a un terrorista neonazi muerto hace cinco años y miembro de un grupo ultraderechista que asesinó a nueve inmigrantes.

Los restos mortales de la niña, Peggy, de nueve años, fueron localizados el pasado julio en un bosque de Turingia (este del país), tras años de intenso e infructuoso rastreo en la región bávara donde se la había visto por última vez.

De acuerdo con las informaciones difundidas, en sus restos se han detectado huellas del ADN de Uwe Böhnhardt, miembro del grupúsculo neonazi denominado Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), quien se suicidó en verano de 2011 junto con su compañero Uwe Mundlos, acosados por la policía tras cometer un atraco.

Salió entonces a relucir la existencia de ese grupo neonazi, responsable de las muertes de nueve inmigrantes, así como de una agente de la policía, entre 2000 y 2007, además de atentados con bomba y robos de bancos.

A ello se sumaron ahora esas nuevas revelaciones, que vinculan a uno de los tres miembros del grupo con la muerte de una niña.