Armas cruciales
La GBU-57, la única bomba capaz de destruir la fortaleza nuclear iraní Fordow: por eso Israel necesita a Estados Unidos
¿Por qué es importante? Enterrada bajo una montaña en el desierto, la planta de Fordow es inaccesible para cualquier arsenal convencional. Solo la GBU-57 —una bomba anti-búnker de 14 toneladas que solo puede lanzar EEUU— tiene posibilidades reales de destruirla.

Resumen IA supervisado
Irán ha desarrollado el misil hipersónico Fattah, que viaja a más de 17.000 km/h, desafiando los sistemas de defensa de Israel y EEUU. Mientras tanto, Israel tiene en la mira Fordow, la instalación nuclear iraní altamente protegida. Sin embargo, solo la GBU-57, una bomba estadounidense, podría penetrar sus defensas. Israel depende de Washington para una intervención decisiva, lo que incrementa el riesgo de una guerra abierta.
* Resumen supervisado por periodistas.
Oriente Medio se asoma al abismo. En un lado del tablero, Irán presume de su nueva joya hipersónica: Fattah, un misil que viaja a más de 17.000 km/h, tan veloz que ningún sistema antimisil puede seguirle el rastro. En el otro, Israel apunta hacia lo más profundo de una montaña en el desierto iraní, donde se esconde Fordow —la instalación nuclear más protegida del régimen—.
Pero hay un problema: solo hay una bomba en el mundo capaz de alcanzar semejante profundidad. Y no está en manos de Israel.
Se trata de la GBU-57, un monstruo de 14 toneladas oculto en las entrañas de los cazabombarderos estadounidenses B-2 Spirit. Una bomba guiada por GPS, y diseñada para atravesar roca, hormigón y acero, hasta detonar justo en el corazón de los búnkeres subterráneos. Y Fordow podría ser su próximo destino.
La batalla que aún no ha comenzado se libra en la sombra, entre vuelos de reconocimiento, amenazas veladas y advertencias diplomáticas. Israel, consciente de que su armamento convencional no puede destruir completamente los complejos nucleares enterrados de Irán, ha intensificado su dependencia de Washington.
"Para destruir el programa nuclear iraní del todo hace falta la intervención estadounidense, por la cuestión del sitio de enriquecimiento de Fordow y otros búnkeres que son muy difíciles de destruir con armamento convencional", explica el politólogo y analista de defensa Guillermo Pulido.
Fordow, excavada en la ladera de una montaña al suroeste de Teherán, fue diseñada precisamente para resistir este tipo de ataques. La instalación no solo está bajo tierra: está estratégicamente blindada contra bombardeos aéreos y satelitales, protegida por capas de roca y concreto, y rodeada de defensas antiaéreas. La única opción real para inutilizarla —según los expertos— es el uso de bombas como la GBU-57, y eso implica cruzar una línea que solo Estados Unidos puede activar.
Por su parte, Irán no se ha quedado de brazos cruzados. El desarrollo del misil Fattah representa un cambio radical en su capacidad disuasoria. Capaz de maniobrar en pleno vuelo a velocidades hipersónicas, el proyectil es, según los comandantes de la Guardia Revolucionaria, indetectable e imparable por los sistemas de defensa más sofisticados del mundo, incluidos los de Israel y EEUU.
En los últimos días, Israel habría golpeado las inmediaciones de Fordow, un aviso de que el objetivo está en la mira. Pero no logró impactar directamente en la planta. Una intervención más decisiva dependería no solo del visto bueno de Washington, sino del despliegue conjunto de los B-2 Spirit y su letal carga.
El riesgo de una guerra abierta crece. Cada ensayo de misiles, cada movimiento de tropas y cada sobrevuelo en la región puede ser interpretado como el inicio de un enfrentamiento que nadie admite querer, pero para el que todos parecen estar preparándose.
Y mientras el mundo observa con nerviosismo el tablero, la pregunta ya no es si habrá una operación. Es cuándo… y quién la ejecutará.