Los enemigos de Mandela no son su adversarios polítivos, sino su propia familia. Mientras Madiba agoniza en el hospital, sus hijos y nietos han iniciado una batalla familiar por controlar el lugar donde descansarán los restos del líder sudafricano y por sus derechos de imagen que generan más de 20 millones de euros al año.

En esta guerra, que dura más de dos años, por ahora, va ganando la hija de Mandela, Makaziwe. Un tribunal sudafricano le ha dado la razón frente a Mandla Mandela, nieto de Mandela y su sucesor como líder del clan en su tierra natal.

El nieto, sin preguntar a nadie, decidió desenterrar los restos de los tres hijos muertos del líder sudafricano, y trasladarlos de Qunu a Nvezo. Por deseo de Mandela, allí donde estén sus hijos, será también el lugar elegido para el reposo eterno del líder.

Ahora, un tribunal sudafricano obliga a Mandla a exhumar y devolver los restos de los tres hijos de Mandela a Qunu. Solo entonces, Mandiba podrá descansar en paz.

Esta no es la única guerra abierta en la familia Mandela, pero sí se repite protagonista. La mayor de los Mandela ha demandado a tres de los amigos intimos de su padre, los que estuvieron con el durante su lucha contra el apartheid.

El propio Madiba los nombró apoderados de las empresas que gestionan sus derechos de imagen, pero parece que para Makaziwe es demasiado dinero, 20 millones de euros al año, para dejarlos escapar.

Mandela se agoniza en un hospital mientras su familia sigue en pie de guerra por sacarle todo el provecho posible.