Este martes acaba el ultimátum de la Unión Europea a Hungría y Polonia para que levanten el veto a los fondos de recuperación anticOVID. Y la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González-Laya, advierte: "Se tiene que seguir insistiendo, negociando... Preferimos un acuerdo a 27, un acuerdo para un fondo de recuperación que beneficie a 27. Pero si eso no es posible, tendremos que pasar a 25 sin Polonia y Hungría".

En una entrevista en la cadenaSer, ha recordado que la Comisión Europea lleva semanas trabajando en un plan alternativo, "pero nosotros preferimos un plan A, que es lo más sensato. Pero si Polonia y Hungría no quieren... y en el corazón de esto está el respeto al Estado de derecho. No podemos flexibilizar las reglas. Pero si no puede ser, tendrá que ser a 25. No podemos fallar a personas y empresas que quieren una respuesta rápida".

Bruselas ya advirtió este lunes que los gobiernos de la Unión Europea activarán su plan para poner en marcha el fondo europeo de recuperación sin Hungría y Polonia si los gobiernos de estos dos países no dan "señales claras" de su voluntad para levantar el veto al paquete presupuestario en las próximas horas y, como muy tarde, este martes.

De no ocurrir pronto, los Estados miembros "probablemente" activen una alternativa para seguir adelante sin ellos. "Necesitamos tener señales claras de Hungría y Polonia hoy o mañana a más tardar, si no las tenemos probablemente tendremos que pasar al escenario 'B'", han señalado las mismas fuentes.

Hungría y Polonia siguen rechazando el mecanismo que vincula el desembolso de ayudas europeas y el respeto al Estado de derecho por considerar que es arbitrario y, como protesta, se niegan a ratificar el Marco Financiero Plurianual (MFP) y los 750.000 millones para relanzar la economía.

La Comisión Europea está ya explorando las opciones legales que permitirían sacar adelante el fondo europeo sin el visto bueno de estas dos capitales, entre ellas un sistema de avales para que Bruselas pueda emitir deuda similar al instrumento contra el paro (SURE), un acuerdo intergubernamental como el que sostiene el MEDE o un sistema de "cooperación reforzada" que permite dejar de lado a los países que no quieran participar.

De no levantar su veto, se podría avanzar con respecto al fondo de recuperación pero no con el presupuesto comunitario, que seguiría bloqueado. En un escenario así, la UE se vería obligada a prorrogar el presupuesto de 2020 y aplicar un sistema en el que cada mes sólo se podrá gastar una duodécima parte de las cuentas de este año.