El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado que su objetivo es lograr un alto el fuego en Ucrania "cuanto antes", pese a las dificultades en el campo de batalla, a fin de detener el derramamiento de sangre.
"Nuestro objetivo es mantener el impulso pese a las dificultades sobre el terreno y detener cuanto antes el derramamiento de sangre", ha señalado en la cumbre de líderes de la Cumbre de la Conferencia de Interacción y Medidas de Confianza en Asia (CICA) que se celebra en la capital kazaja.
Erdogan ha recalcado que "todos sufrimos las consecuencia de la crisis en Ucrania, a nivel regional y global". Sin embargo, cree que "con la ayuda de la diplomacia se puede conseguir una paz justa".
El presidente turco ha sostenido ante los líderes de una veintena de países, entre ellos el líder ruso, que "no hay vencedor en la guerra ni vencido en una paz justa".
Además, ha subrayado que los intensos esfuerzos conjuntos de Ankara y la ONU por eliminar las consecuencias de la invasión rusa han sido reconocidos "por todo el mundo", como es el acuerdo de Estambul sobre la exportación de grano ucraniano para paliar la crisis alimentaria mundial.
El jefe de Estado turco ha intentado asumir un papel mediador en la guerra de Ucrania, en la que Ankara respalda diplomáticamente a Kiev, pero sin imponer sanciones a Rusia y manteniendo una buena relación con Moscú.
Unas declaraciones que ha realizado pocas horas antes de que se reúna con Putin por cuarta vez este año. El Kremlin cree que el mandatario turco presentará a su homólogo ruso de forma oficial sus propuestas sobre posibles negociaciones entre Moscú y Occidente.
El diario turco Milliyet ha indicado recientemente que Turquía está lista para organizar conversaciones entre Rusia, Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido, un plan que ya habría sido presentado a Washington y los primeros comentarios supuestamente serían "positivos".
A su vez, se espera que Putin explique a Erdogan su propuesta de crear en Turquía un gran centro de distribución del gas ruso para Europa ante las fugas que deshabilitaron totalmente el Nord Stream 1 y parcialmente el Nord Stream 2 y la intención de la Unión Europea (UE) a no retomar el flujo del hidrocarburo ruso a través de estos gasoductos.