Estados Unidos adoptó sanciones contra Maduro con las que congela todos los activos que el mandatario pueda tener bajo jurisdicción estadounidense y prohíbe las transacciones financieras con él por parte de ciudadanos estadounidenses. Se trata de una decisión poco habitual al tratarse de un jefe de Estado el afectado.
Tan solo el presidente sirio, Bachar al Asad; el norcoreano Kim Jong Un y el de Zimbabue, Robert Mugabe, están afectados por sanciones estadounidenses como Maduro. "(Maduro) se une a un club muy exclusivo", dijo en rueda de prensa H. R. McMaster, asesor de Seguridad Nacional.
Fuentes del Departamento de Estado confirmaron que estas sanciones también prohíben a Maduro entrar a Estados Unidos. "La orden ejecutiva 13692 -bajo la cual se le sanciona- también suspende la entrada a los Estados Unidos del presidente Nicolás Maduro", afirmó un funcionario del Departamento de Estado.
En caso de que Maduro quiera viajar a la sede de Naciones Unidas en Nueva York para participar, por ejemplo, de su Asamblea General, Estados Unidos estudiaría la solicitud. "Todos las solicitudes de visado se revisan de acuerdo con los requisitos de las leyes estadounidenses, teniendo en cuenta las obligaciones de Estados Unidos como país anfitrión de Naciones Unidas", agregó este funcionario.
Además de las sanciones, el Gobierno de Donald Trump calificó a Maduro como "dictador", algo que había evitado hasta ahora. Estas sanciones llegaron al día siguiente de las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela en las que se eligió a los redactores de la nueva Carta Magna en el país caribeño.
Maduro, por su parte, rechazó las sanciones llegadas desde Washington: "Son unas decisiones que expresan su impotencia, su desesperación, su odio. Expresan el carácter del magnate que es emperador de los Estados Unidos". "Yo no obedezco órdenes imperiales (...) de gobiernos extranjeros", añadió Maduro.