Un joven de 21 años lleva a cabo un ataque racista en una escuela sueca. El agresor vestía de negro, iba enmascarado y empuñaba una espada. Ha acabado con la vida de un profesor de apoyo, de tan solo 20 años, y de un chico de 17, ambos iraquíes. Es el peor ataque terrorista en Suecia desde los años 40.