Keith Vaz, un diputado laborista casado y con dos hijos, dimite después de días de especulaciones y de presiones de los conservadores para que abandonara la Comisión de Interior del Parlamento, al considerar que existe un conflicto de intereses por contratar los servicios de dos prostitutos. Como presidente, el diputado ha promovido una legislación sobre la prostitución y las drogas en el Reino Unido.
Al confirmar su marcha, el veterano parlamentario, que mantendrá su escaño en el opositor Partido Laborista, subrayó que "aquellos que hacen rendir cuentas, han de rendir cuentas ellos mismos". "Es en el mejor interés de la Comisión de Interior, que pueda llevar a cabo su trabajo sin distracciones", afirmó Vaz en un comunicado.
"Estoy muy orgulloso del trabajo que la Comisión ha desempeñado en los últimos nueve años, y tengo el privilegio de haber sido el presidente con más años de servicio en el cargo", dijo Vaz, de 59 años. También añadió que su decisión de dimitir del grupo, que presidía desde 2007, ha tenido en cuenta "el efecto de los recientes acontecimientos" en su familia.
El periódico 'The Sunday Mirror' publicó fotos y grabaciones que presuntamente mostraban al diputado en compañía de dos prostitutos de Europa del Este, en un piso que posee en el norte de Londres, cerca de su residencia familiar. Vaz les pidió que se que le trataran como "a una perra", al tiempo que hablaron de drogas que potencian la actividad sexual.
La primera ministra británica, Theresa May, dijo sobre la posibilidad de que el diputado dimitiera, que los políticos deben mantener "la confianza ciudadana". El líder laborista, Jeremy Corbyn, opinó que su colega "no ha cometido ningún delito" y que se trata de "un asunto personal".