Uno de los mayores males a los que se enfrenta la sociedad actual es el problema de la drogadicción que, a pesar de las campañas que intentan concienciar sobre el peligro del consumo y las ayudas que se ofrecen, no se logra superar.

La Policía de la ciudad de East Liverpool, en Ohio, han difundido una dura historia, relacionada con el consumo de drogas, con la que pretenden concienciar sobre su peligro.

El agente Kevin Thompson, que se encontraba fuera de servicio en ese momento, conducía por uno de los barrios residenciales cuando se percató de que un coche que circulaba de manera extraña, estuvo cerca de tener un accidente y acabó deteniéndose en el arcén.

Thompson decidió detener su vehículo y acercarse a hablar con el conductor para ver que ocurría. Para su sorpresa, cuando llegó al coche, se encontró con una escena desoladora. Al volante se encontraba un hombre y en el asiento del copiloto una mujer, ambos con claros síntomas de haber consumido estupefacientes y en el asiento de atrás, el hijo de la mujer, un niño de cuatro años.

El conductor, antes de desvanecerse, consiguió decirle al agente entre "palabras inteligibles" que estaba llevando al hospital a la mujer porque estaba inconsciente. Thompson llamó a la ambulancia y a las fuerzas de seguridad para que se encargaran de solucionarlo.

Los agentes inspeccionaron el vehículo y encontraron una pequeña cantidad de un nuevo tipo de heroína, que habrían consumido los protagonistas de la historia, James y Rhonda.

Ambos se encuentran arrestados, a la espera de un juicio y se les imputan hasta seis delitos, entre los que se encuentra intoxicación pública o atentado contra la vida de un menor. Por su parte, el pequeño que presenció los hechos, se encuentra a cargo de los servicios sociales estatales.