Momento clave de la WWE

El día que Hulk Hogan traicionó a Randy Savage y pasó de ser ídolo de masas a símbolo de odio, racismo y machismo

La otra cara Ese momento en el que se une al equipo de los malos y derriba a Savage fue solo el primer paso: después vendrían los insultos racistas, las cintas sexuales filtradas, la expulsión del Salón de la Fama y su alianza sin complejos con los discursos de odio.

El día que Hulk Hogan traicionó a Randy Savage y pasó de ser ídolo de masas a símbolo de odio, racismo y machismo
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Hulk Hogan, la leyenda de la lucha libre americana, murió este jueves. Pero no es solo su legado en el ring lo que deja tras de sí, sino también una historia llena de polémicas y escándalos que empezaron hace casi 30 años.

Todo cambió en 1996. Hasta entonces, Hogan era el héroe que todos admiraban: fuerte, valiente y siempre del lado de los 'buenos'. En una pelea decisiva, Randy Savage, otro luchador emblemático, estaba agotado y a punto de perder. Justo entonces, Hogan apareció para salvarlo… o eso parecía. En un giro inesperado, Hogan se unió al equipo de los 'malos' y remató a Savage, traicionando a la multitud que le idolatraba.

Ese fue el momento en el que Hogan dejó de ser solo un luchador; empezó a interpretar el papel de villano, un personaje que, con el tiempo, se iría pareciendo cada vez más a la persona que realmente era fuera del ring.

Y aquí no acaba la historia. Porque si solo habláramos de su carrera en la lucha libre, sería una historia más. Pero Hogan se ganó un montón de enemigos en el mundo real. Fue uno de los luchadores más odiados entre sus propios compañeros, en parte porque bloqueó la creación de un sindicato que luchara por mejorar las condiciones de todos, para no perder sus privilegios.

El escándalo más fuerte llegó en 2012, cuando se filtraron unas cintas privadas en las que Hogan aparecía teniendo sexo con la mujer de un amigo suyo. Lo peor no fue solo eso, sino que en esas grabaciones se le escuchaba decir palabras racistas gravísimas, como llamar "negrata" al novio de su hija, una palabra absolutamente prohibida en Estados Unidos.

Las consecuencias fueron durísimas: Hogan perdió contratos, fue expulsado del Salón de la Fama de la WWE y su imagen quedó destrozada. Más tarde pidió perdón, lo perdonaron y lo volvieron a meter en ese mismo Salón, pero la mancha ya no se borró.

En los últimos años, Hogan se hizo famoso por apoyar sin filtros el racismo, la xenofobia, el machismo y la transfobia, sumándose a discursos de odio vinculados al movimiento MAGA en Estados Unidos. Lo que antes era el héroe de una generación, terminó siendo uno de los personajes más polémicos y repudiados.

Al final, Hogan fue un maestro del teatro dentro y fuera del ring. Hizo creer a todos que era el héroe que necesitaban, mientras mostraba ser, en realidad, un villano.