Los carnavales de Brasil están marcados este año por la crisis económica, que afecta también al país sudamericano. De todas maneras, ya han empezado a paralizarse todos los ciudadanos y a moverse a ritmo de samba.
El pre-carnaval será el punto de partida antes de que lleguen los tan deseados carnavales en seis días. En esta edición, se espera que lleguen a Río de Janeiro un millón de extranjeros.
El aspecto positivo de cara a estos carnavales será los beneficios que generará el país, cuyas estimaciones son de 450 millones de euros.