Pese a que la Policía estadounidense avisa del riesgo de este tipo de prácticas, los amantes del riesgo lo tienen claro. Disfrutan siendo forzados a punta de pistola en la calle y a plena luz del día, pero son ellos los que han pactado previamente su secuestro. A saber: mediante descargas eléctricas, con la cara tapada, encerrados en un zulo, torturados, esposados…

Existen secuestros para todos los gustos y para todos los bolsillos. La modalidad ‘Low Cost’, por 300 euros, incluye un trato físico vejatorio y música heavy de fondo; el secuestro ‘Deluxe’, por 1.200 euros, implica sufrimiento sin fin. A partir de ahí, los extras dependerán del propio cliente. Uno de los más populares es el de elegir los nombres de las personas que te van a torturar.

La Policía sabe de la legalidad de esta práctica de moda, pero se mantiene alerta. Hace unas semanas, movilizaron patrullas y recursos tras el brutal secuestro de una pareja en las calles de Nueva York y más tarde descubrirían que en realidad ese matrimonio había contratado su secuestro en esta compañía.