Al grito de 'Somos el pueblo', manifestantes intentaron tomar el Parlamento alemán. En realidad, el pueblo no son, sino unos 200 negacionistas de extrema derecha, incluidos neonazis, antisemitas y antivacunas que se quejan de las medidas tomadas por el gobierno de Merkel para frenar la pandemia

Las imágenes que se han visto han causado indignación en el país, donde no entienden que unos pocos agentes tuvieran que enfrentarse solos a radicales con banderas nazis e impedir, con pocos recursos, que estos asaltaran la sede democrática del país.

Aunque autoridades berlinesas han asegurado que, en ningún momento, el edificio estuvo desprotegido. Lo ocurrido ha generado un maremoto de reacciones políticas.

El intento de toma del Reichstag vino precedido, el sábado, por una marcha que los organizadores calificaron de pacífica. Lo que para los manifestantes era una muestra de “libertad”, para el resto fue una irresponsabilidad.

Porque durante todo el fin de semana, cientos de personas se han paseado por Berlín sin mascarilla y sin guardar la distancia de seguridad. Al final lo ocurrido se ha saldado con cientos de detenidos y una investigación policial abierta.