Los colombianos tendrán que elegir a su presidente en segunda vuelta tras el resultado de los comicios de este domingo: la contienda electoral del próximo 19 de junio se dirimirá entre el izquierdista Gustavo Petro y el populista Rodolfo Hernández, después de que este último lograra desbancar al derechista Federico Gutiérrez en la recta final de la campaña.

Con casi todo el voto escrutado, Petro, candidato del Pacto Histórico, obtuvo este domingo el 40,32% de los sufragios, seguido de Hernández, la sorpresa de la jornada, con el 28,15%. Así, y si bien todas las encuestas daban la victoria a Petro, su deseo de ganar la Presidencia en primera vuelta no se ha podido concretar al no alcanzar la mitad más uno de los votos.

Petro, que fue alcalde de Bogotá entre 2012 y 2015, ha celebrado su victoria como la derrota del proyecto político del todavía presidente Iván Duque y del uribismo y ha prometido "un cambio de verdad". Esta es la primera vez que la izquierda gana unas elecciones en Colombia y también la primera en 20 años en que el uribismo, la corriente de derechas fundada por el expresidente Álvaro Uribe, no está entre las propuestas a elegir.

Tras conocer los resultados, Petro ha asegurado que "se acaba una era" y ha pedido el voto frente a Hernández el próximo 19 de junio: "Hay cambios que no son cambios, son suicidios", ha advertido, incidiendo en que Colombia ahora debe elegir "si suicidarnos o avanzar". "La corrupción no se combate con frases de TikTok", ha deslizado, en alusión a la red social en la que Hernández se ha hecho famoso.

Por su parte, Hernández ha celebrado emocionado la "voluntad ciudadana firme" que le ha asegurado el paso a la segunda vuelta, donde está seguro de su victoria para "concretar el cambio que empezó hoy". "Hoy perdió el país de la politiquería, de la corrupción, perdieron las gavillas que creían que serían gobierno eternamente, hoy ganó la ciudadanía, hoy ganó Colombia", ha celebrado.

Los convulsos años de Iván Duque

Los convulsos cuatro años de Duque, marcados por las importantes protestas sociales, la crisis de la pandemia, la fuerte recesión, el incumplimiento de los acuerdos de paz firmados con la extinta guerrilla de las FARC y las matanzas de líderes sociales, han provocado probablemente este acercamiento a la izquierda.

Petro ha sabido capitalizar el descontento de una gran parte de los colombianos, que vieron como en uno de los peores momentos de la pandemia, el todavía presidente Duque firmaba una controvertida reforma tributaria con la que se imponía una subida del IVA que afectó sobre todos a los productos de primera necesidad, el agua, el gas y la electricidad.

Cientos de miles de personas de diversos colectivos salieron a las calles de las principales ciudades del país a protestar; manifestaciones que derivaron en muchas ocasiones en enfrentamientos con las fuerzas policiales y militares, cuya actuación fue ampliamente cuestionada por la violencia con la que se desempeñaron.

Retos para el próximo presidente

Colombia es uno de los países más desiguales del continente, con 21 millones de pobres, mientras que más de la mitad de las tierras está en manos de una minoría privilegiada que no alcanza el 2 por ciento de la población. Una trampa mortal para los campesinos, que ahogados por las políticas neoliberales y de libre comercio recurren a los cultivos ilícitos de coca, en manos de los grupos armados.

La desigualdad en el reparto de las tierras es la razón principal por la que nació un conflicto armado que ya va para seis décadas. Uno de los temas cuando se inició la negociación entre el Gobierno del entonces presidente, Juan Manuel Santos, y la guerrilla de las FARC, abordaba esta cuestión.

Sin embargo, seis años después, la situación sigue sin avances significativos. En los últimos años el escenario para la clase política ha cambiado. Si bien uno de los problemas continúa siendo la violencia armada que infesta cada uno de los rincones del país, ahora en estas elecciones ya no está en juego la cuestión de la ya desaparecida guerrilla de las FARC, sino aquellas que habían sido relegadas a un segundo plano, como son la pobreza, la desigualdad y el desempleo.