La muerte del periodista Jamal Khashoggi fue un asesinato premeditado que contó además con la aprobación del príncipe saudí, Mohammed Bin Salman. Un caso para el que cinco años después todavía no ha habido ni justicia ni culpables.

Todo ocurría cuando Khashoggi entraba al consulado saudí en Estambul el 2 de octubre de 2018. Una visita con un fin: obtener la documentación necesaria para casarse con su prometida, que se quedó fuera esperándolo. Pero Khashoggi nunca salió de allí.

El 'escuadrón de la muerte', que voló expresamente ese día desde Arabia Saudí, lo esperaba en la sede diplomática. En el interior lo torturaron y lo descuartizaron.

El príncipe saudí, Mohammed Bin Salman se dedicó a condenar lo ocurrido en público y aseguraba que "fue un crimen atroz", pero este crimen contó con su aprobación.

El periodista saudí del 'Washington Post', crítico con el régimen, criticaba solo tres días antes de que le mataran al Gobierno saudí, asegurando que "tiene el control total, con gente encarcelada y silenciando las voces disidentes".

Líderes políticos internacionales condenaron su asesinato y responsabilizaron de palabra a Arabia Saudí. "Él (el príncipe heredero saudí) es responsable de esto", declaraba el presidente de Turquía el 14 de diciembre de 2018.

También en imágenes se pudo ver en la foto de familia de la cumbre del G20 celebraba en Buenos Aires el 30 de noviembre de 2018, a Bin Salman relegado a una esquina. Un aislamiento internacional que prometieron entre otros Joe Biden, que suspendió la venta de armas a Riad, aunque solo durante dos años.

Sin embargo, todo esto fue solo temporal. Carlos de las Heras, portavoz de 'Amnistía Internacional', explica a laSexta que además "cada vez tiene más presencia en la comunidad internacional y cada vez es más el recibimiento de alfombra roja que se ofrece a Bin Salman".

Su influencia es tan notoria que la penalización que prometieron al régimen saudí ha caído en el olvido. Aunque no para su pareja, Hatice Cengiz, que en el quinto aniversario de su muerte ha reclamado justicia en su red social con este mensaje: "Aunque el mundo entero conoció esta verdad todavía no se hizo justicia".

De las Heras apunta a que "hace más o menos año y medio, Bin Salman afirmó que se sentía responsable por lo ocurrido porque él en el fondo está al mando de lo que tiene que ver con las fuerzas de seguridad de Arabia Saudí. Sin embargo, no ha sido ni enjuiciado ni encausado o acusado de ninguna de las cuestiones relacionadas con el asesinato de Khashoggi". Cinco años después, su brutal asesinato sigue impune.