China lleva probando vacunas experimentales en pacientes de alto riesgo desde el mes de julio. Es lo que revela un funcionario en medios estatales, unas declaraciones que recoge la agencia 'Reuters'.

El objetivo de estas pruebas es aumentar la inmunidad de grupos específicos, como sanitarios o trabajadores dedicados al transporte o al sector servicios, revela Zheng Zhongwei.

Por el momento, ninguna vacuna ha logrado avanzar de los ensayos finales a gran escala. Zheng añade que las autoridades podrían plantearse aumentar el grupo de personas a los que suministrar esta vacuna para evitar posibles brotes en otoño e invierno.

Sobre el precio de las vacunas, Zheng cree que será cercano al del coste de producción. “Eso no significa que las empresas no puedan obtener beneficios”, matiza, aunque cree que deberán decidir si obtener ganancias “moderadas” o “razonables”.

Según el presidente del Grupo Farmacéutico Nacional de China (Sinopharm), Liu Jingzhen, la vacuna no podría costar más de unos 140 euros por dos inyecciones. Para Zheng, el precio será “definitivamente más bajo” que el expresado por Liu.