La inhabilitación le impide ejercer "funciones públicas" y, a su vez, supone una "ruptura o disolución de todo vínculo laboral que pueda existir con órganos o entes de la Administración Pública", en este caso con la gobernación del céntrico estado Miranda, presidida por Capriles.

Ante la decisión de la Contraloría el opositor adelantó, sin mayores detalles, que va a "cumplir todos los procedimientos que están establecidos" en la ley, aunque no desveló si recurrirá la medida.

Sin embargo, aseguró que, pese a su inhabilitación, seguirá siendo el gobernador de Miranda y pidió "permiso" a los mirandinos para irse a recorrer cada rincón de Venezuela.

"Seguiré siendo su gobernador hasta que el pueblo de Miranda elija un nuevo gobernador", afirmó Capriles, quien recordó que para nadie es un secreto su "aspiración" a ser presidente del país caribeño.

En ese sentido, se declaró en campaña, "no como candidato, sino para cambiar a toda Venezuela", por lo que pidió "permiso" y "apoyo" de sus compañeros de trabajo y mirandinos para irse a recorrer "cada rincón" del país.